El presidente de Bolivia, Evo Morales, comenzó hoy a celebrar el carnaval con su asistencia a una exhibición de danzas y ritmos autóctonos andinos que consideró parte de un patrimonio «envidiable» e «inalcanzable» para países vecinos.
El mandatario asistió a la fiesta de la «Anata Andina», una celebración de comunidades indígenas que tocaron música autóctona y danzaron en las calles de la ciudad de Oruro (oeste) como agradecimiento a la «Pachamama» (Madre Tierra).
La fiesta de la «Anata», que en aimara significa tiempo de jugar, precede al Carnaval de Oruro, el afamado desfile folclórico que se realizará el sábado en esa ciudad y tiene el rango de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
El gobernante exhortó a todos a defender la identidad, la música, las danzas y las vestimentas del carnaval porque hay países que, según dijo, quieren adueñarse de ese patrimonio.
Sostuvo que Oruro, capital del departamento donde nació, está a la vanguardia de las celebraciones folclóricas porque allá también hay un festival de bandas musicales, que se celebró la semana pasada.
Morales justificó su asistencia al carnaval en que quería estar con su pueblo y porque se trata de una fiesta con ritmos milenarios que le trasmiten «mucha fuerza» para seguir sirviendo a su país.
A la celebración también asistieron como invitados varios embajadores, entre ellos los representantes de Ecuador, Corea del Sur, China, Panamá y Perú.
La fiesta del carnaval tendrá otras expresiones vistosas y tradicionales en La Paz, Santa Cruz (este), Tarija (sur) y Cochabamba (centro) en desfiles callejeros que se celebrarán durante el fin de semana y el lunes.
El martes también será festivo en Bolivia a propósito del «Martes de Ch’alla», en el que las poblaciones aimara y quechua celebran ritos de agradecimiento por los bienes logrados a la «Pachamama». EFE