El binomio presidencial por el Movimiento CREO, Guillermo Lasso – Andrés Páez, dieron inicio a la campaña por la segunda vuelta electoral a realizarse el 2 de abril. Lasso en su discurso mencionó que «Tenemos dos opciones, o continuamos con la dictadura de Alianza País o logramos el gobierno del Cambio. No queremos que el Ecuador termine como Venezuela no queremos tener nuestro propio Nicolás Maduro».
Recordó que uno de los primeros proyectos a realizar en la primera semana de ganar la presidencia será enviar «un decreto ejecutivo para indultar a todos los perseguidos políticos en el Ecuador«.
El decreto favorecerá a líderes indígenas, policías injustamente perseguidos, periodistas, políticos, dirigentes barriales, activistas sociales, paramilitares y a todos los que han sido «perseguidos por la dictadura de Alianza PAIS» y añadió que «esta será la primera expresión de democracia en nuestro gobierno. El gobierno del cambio. Libertad para los perseguidos políticos«
Lasso también se refirió al decreto 16 y dijo: «Vamos a derogar el decreto 16. Aquel decreto que ha pretendido actuar como un grillete sobre las manos de la sociedad civil ecuatoriana«.
Envió un mensaje a los indígenas «vamos a respetar la consulta previa vinculante a los proyectos mineros, porque no hay desarrollo social sostenido en el tiempo sino hay paz social». «Sabemos que cuando líderes indígenas como Carlos Pérez Guartambel o Lourdes Tibán o Marlos Santi dicen que van a votar por nosotros, tenemos claro que no renuncian a sus principios ni a sus ideas, como tampoco nosotros vamos a renunciar a la nuestra. Lo que ellos y nosotros queremos es vivir en democracia, y procesar nuestras diferencias en un ambiente de libertad y democracia«.
Lasso declaró también que quiere que Carlos Pérez Guartambel, en compañía de su mujer, la profesora brasileña Manuela Picq (expulsada del país por el régimen), puedan asistir juntos a su posesión en la Presidencia de la República.
El opositor dijo también que uno de sus propósitos era el de recuperar la democracia, la libertad y generar confianza en el mundo exterior para impulsar la inversión extranjera y también para impulsar la inversión local en el Ecuador y «para crear un millón de empleo en cuatro años de gobierno».
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