Sao Paulo, 16 mar (EFE).- El diseñador brasileño Dinho Batista combinó hoy la sensualidad de sus transparencias con la elegancia de sus vestidos en un minucioso trabajo artesanal que expuso durante la cuarta jornada de la Semana de Sao Paulo, que este viernes cerrará las puertas de su edición 43.
El modisto, que firmó para la marca Alexandrine, sorprendió a unos espectadores que ya se habían acostumbrados a los oscuros tonos invernales y presentó en la pasarela paulista el blanco puro, el gris perla y un poderoso verde oliva sobre una colección de vestidos con cuerpos ajustados al milímetro y faldas vaporosas.
En su mayoría, las piezas eran de tejidos rasos y grogén elaborados a mano, los cuales transportaron automáticamente al glamour de una alfombra roja, pero sin perder la esencia del estado brasileño de Pernambuco, la tierra nordestina donde nació Batista.
Los vestidos trapecio, propios para una velada nocturna, fueron otro de los elementos clave en el desfile de Batista, quien también usó las faldas largas y cortas a partes iguales y los pantalones, aunque en menor medida.
La sensualidad estuvo presente en las interminables espaldas escotadas que contrastaron con la rigidez de los vestidos rematados con cuello cisne, así como en las transparencias que dejaban al descubierto parte de los brazos y las piernas.
Entre lo clásico y el poder propio de la ‘femme fatale’ vagó la muestra de estas 27 piezas, confeccionadas para Alexandrine, las cuales buscaron «la energía y la belleza de la mujer contemporánea», según señaló la casa en su carta de presentación.
Con un discurso completamente diferente apareció «Cotton Project», pues por medio de tejidos gruesos como el terciopelo de algodón o la ropa de alpaca quiso imbuir al público en un acto conjunto de relajación.
En tonos marrones, beige, rosa, verde y naranja, la marca mostró una colección para el Invierno/Otoño 2017 con un confección un tanto dejada, libre y sin mucha estructura, pero sobre todo eminentemente juvenil.
«La relajación es la prioridad» fue el título de esa pasarela que no rehusó de la temida pana en pantalones cargo, sin olvidar otros tejidos más leves como el nailon de seda o el satén de viscosa.
En cuanto a los accesorios, unos llamativos gorros terminados en pico, que rompieron con esa moda de aquellos redondos ajustados a la cabeza tan vistos en los últimos años, o bolsos de alpaca con materiales reciclados en dos colores.
En la jornada matutina, entraron en escena «Ca.Ce.Te.» y Llas, dos de los diseñadores enmarcados en el Proyecto Estufa, una de las novedades de esta 43 edición nacida para dar espacio a las vanguardias en el mundo de una moda, que busca cuanto antes estar disponible en los escaparates del mundo.
Cerrarán esta cuarta jornada de la Semana de la Moda de Sao Paulo, también conocida como «Sao Paulo Fashion Week«, Juliana Jabour, Amir Slama y Tig.
La pasarela de Sao Paulo es la cita más importante de la industria de corte y confección en Brasil y en esta edición acogerá 31 desfiles en un ciclo que terminará este viernes.
El evento se ha adaptado este año al concepto «See now, buy now» (Lo veo ahora, lo compro ahora), que tiende a imponerse en las pasarelas internacionales, con colecciones que llegan a los escaparates inmediatamente después de mostrarse en los desfiles. EFE
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