Zenet en Guayaquil: el corazón se estremece, encantado

Zenet, foto ociolaspalmas.com

Guayaquil.- Un universo sonoro riquísimo que une al Mediterráneo con los ritmos del mundo de manera arrasadora y sensual. Sobre el escenario, un prodigioso showman andaluz de traje de 3 piezas y sombrero. Y una banda que se apropia inteligentemente del jazz, el swing, la copla, el bolero, el tango, la bossa nova.

¡Fusión musical de la buena! El nuevo arte que la música enamora en nuestro siglo y que es el gran arte de Zenet.

Lo llaman el “crooner” malagueño: un baladista, un trovador, un cantante que se entrega en cuerpo y alma en el escenario interpretando una música muy sentida. De él se ha dicho que “canta con entonación de mujer desgarradas letras de hombre”. Temas arrabaleros, compuestos por el poeta Javier Laguna, con aires de música de los 40, 50 o 60.

Una guitarra que susurra, abraza y enamora, de la mano del trovador José Taboada. Una trompeta elocuente y poderosa, entonada por el reconocido jazzman cubano Manuel Machado. Unos ritmos que unen al jazz (varias formas de jazz: los solos de piano, las escobillas, las orquestaciones abundantes) con el duende flamenco, el tumbao de la salsa o el bolero, el chill de la bossa nova, la cadencia del tango.

Ese es el viaje de ida y vuelta que su música propone.Sus cuatro discos de estudio revelan una finísima e interesante búsqueda artística. Su primer y sorprendente disco, «Los mares de China» (2008), lo situó en el mapa musical de España y con él recibió el Premio de la Música al mejor Artista Revelación.

Aquí se entretejieron con fortuna los sonidos del jazz y la música latina y del mundo, viajando desde Nueva York a Argentina, pasando por Cuba y terminando -¿o comenzando?- en Andalucía.

En «Todas las calles» (2010), premio al Mejor Disco Fusión del año, a más de Nueva York o La Habana, recorre también música de Lisboa, París, Río. “La menor explicación” (2012) revela una fuerte conexión gitano-francesa, e influencia de música de Nueva Orleans junto al Big Band.

Con “Si sucede, conviene” (2016), su último álbum, experimenta con el ‘uptempo’ (tiempos rítmicos más rápidos) de ritmos muy bailables, fusionando el pop latino, la balada brasileña y el folk. Zenet, también versado actor, con experiencia en el music hall, el teatro, el cine y la televisión, llega a Ecuador con un repertorio de sus mejores éxitos.

Viene a compartir un proyecto auténtico, trascendente, luminoso. Él y sus soberbios músicos nos ofrecerán uno de esos momentos inolvidables, donde el embrujo de la buena música creará su más deseada alquimia: reconectarnos con la gracia del corazón.

Sábado 6 de mayo, concierto de Zenet en el Teatro Sánchez Aguilar.

Por: Jeannine Zambrano

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