La nueva temporada de Juego de Tronos

;aríasol Pons

La serie atrapa mi atención y debo reconocer que en muchos episodios me he quedado presa de lo que mostraron y todo lo que yo esperaba que muestren. Una especie de sin sabor que podría hacerme dejar de ver la serie, pero ¿a quien se engaña? esa serie no se puede dejar ver.

Pablo Iglesias, de Podemos, escribe un libro donde equipara su estrategia política a aquella descrita por George R.R. Martin en sus libros. Sólo pude leer ese libro por la mención a la serie. Es lo único en común que creo poder tener con el señor Iglesias; el gusto por la serie. Los personajes son parte de un tablero de ajedrez que se mueve por fuerzas endógenas y exógenas de la pugna por el poder.

Visto de esta manera, la vida es un juego de tronos. Porque, como dice Krishnamurti, la vida no puede ser disgregada por departamentos sino que es una sola aplicada a cada ámbito. Lo personal, lo laboral, lo social, todo una misma cosa. Cambia la dinámica pero no la interacción. En política nunca deja de haber interacción porque ella implica el movimiento cíclico de la cosa pública. Esa cosa pública que se vuelve tan personal cuando toca la puerta de tu casa. Y es que lo político toca la puerta de todos mediante impuestos, bonos, empleo, desempleo, escándalos y demás. Así, la concepción sistémica nos involucra a todos en mayor o menor grado.

La séptima temporada de la serie está anunciada para comenzar el 16 de Julio por un retraso en su producción. Después de diez años de Correísmo, el tablero cambió de jugadores; jamás por completo porque siempre hay jugadores repetidos, intereses que se mantienen y otros que no soportan la presión y sucumben al cambio. Habrá también quien tiene un nuevo rol activo en la escena política de nuestro país y otros que pasaron a una participación más pasiva. Nada de lo que digo tiene una pizca de sorprendente, sin embargo, es relevante para poder observar la nueva temporada de la revolución ciudadana.

Si de algo hay certeza en el planeta, es de la constante incertidumbre que nos presenta el existir. En los pocos días de nuevo gobierno hemos visto señales de continuismo y hemos visto señales de cambio. En su discurso de toma de posesión el presidente Moreno habló de mantener la dolarización y de eliminar la sabatinas, para luego citar a Freud y días después anunciar que habrá un breve informe a los ecuatorianos los días Lunes. Habló de austeridad, pero luego se anunció al país un nuevo endeudamiento de dos mil millones de dólares. Cerramos la semana pasada con un sorpresivo operativo de la Fiscalía.

¿Cómo leeríamos los episodios de la semana pasada si estuviéramos viendo un capítulo de juego de tronos en vez del noticiero? No me atrevo a sacar conclusiones porque necesito ver el próximo episodio.

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