Campesinos, en crisis, marchan contra proyecto del canal de Nicaragua

Cientos de campesinos del sur de Nicaragua marcharon hoy contra el proyecto del canal interoceánico en ese país, en medio de una crisis que atribuyen a la merma de los precios de los productos agrícolas a nivel nacional.

Los manifestantes protagonizaron en la comunidad de Punta Gorda, de la Región Autónoma Caribe Sur, la marcha número 88 contra la ley que aprueba la construcción del canal, y que podría dejarlos sin sus propiedades.

«No vendemos ni regalamos nuestras tierras», fue la consigna más repetida durante la manifestación.

La marcha se da en medio de un desplome de los precios de los alimentos que producen los campesinos del sureste de Nicaragua, como la leche, el quequisque o el plátano, han advertido los agricultores.

La situación ha aumentado la inconformidad de los productores con el Gobierno de Daniel Ortega, cuya administración impulsa el proyecto canalero.

«Solo lo que nosotros producimos baja de precio, no descartamos que sea una estrategia del Gobierno para golpearnos», dijo el campesino y productor Abel Marenco, quien se opone al proyecto del canal.

Sin embargo, el titular del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), Orlando Solórzano, ha sostenido desde el año pasado que los precios de los alimentos se mantienen estables.

El canal, según su diseño más reciente, consiste en una vía húmeda de 276 kilómetros de longitud, de 230 a 280 metros de ancho, e incluye dos puertos, un aeropuerto, dos lagos artificiales, dos esclusas, un área de libre comercio y complejos turísticos, entre otros.

El mismo entraría en operación, según los cálculos de la compañía, cinco años después del inicio de las obras más importantes, es decir, la excavación del canal y la construcción de la esclusa oeste, previstas a iniciar en el primer semestre de 2017, tras sucesivos atrasos por diversos motivos.

El costo del proyecto está calculado en unos 50.000 millones de dólares, de acuerdo con HKND Group, concesionaria del canal.

Nicaragua espera que su construcción abra unas 50.000 plazas de empleo y duplique el producto interno bruto (PIB) nacional. EFE

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