Venezuela abandonó reunión de OEA

La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez (2i), habla hoy, lunes 19 de junio de 2017, durante de la 29ª Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores previo a la inauguración de la 47 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Cancún, en el estado de Quintana Roo (México). Rodríguez dijo hoy que el país caribeño no "va a avalar" la resolución que surja sobre la nación de la reunión de cancilleres celebrada en el marco de la 47 Asamblea General de la OEA. "Nosotros no reconocemos esta reunión, como tampoco reconocemos la resulta que de ella devenga. (...) Indistintamente de lo que de aquí salga, Venezuela no lo va a avalar", apuntó la canciller ante el resto de representantes de los países miembros de la OEA. EFE/Mario Guzmán

La canciller venezolana Delcy Rodríguez  abandonó la reunión de diplomáticos de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se dieron cita el lunes en este balneario turístico mexicano con la mirada puesta en la crisis del país sudamericano.

Además, la canciller calificó hoy de «infantil» la respuesta del Gobierno mexicano a las agresiones verbales sufridas el domingo por dos de sus diplomáticos en el hotel sede de la Asamblea General de la OEA en Cancún.

No solamente no reconocemos esta reunión, tampoco vamos a reconocer ningún resolutivo que salga de esta reunión”, dijo Rodríguez antes de salir y agregó que otros miembros de la OEA, además de Venezuela, están considerando dejar el organismo, pero no precisó cuáles.

La crisis venezolana fue el tema más importante de la agenda del día y los líderes de la OEA sugirieron que estaban cerca de pronunciarse sobre el tema, mientras que en Venezuela se vivió una jornada más de protestas y enfrentamientos entre opositores y oficialistas.

Cerca de 70 personas han fallecido, cientos más han resultado heridas y miles han sido detenidas durante más de dos meses de protestas en la nación sudamericana.

Mientras los cancilleres alistaban su encuentro, decenas de miles de opositores salieron a las calles de Caracas al grito de «¡¿Quiénes somos?! ¡Venezuela! ¿Qué queremos? ¡Libertad!», en un nuevo intento para marchar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral, en el centro de la capital.

Al poco tiempo de tomar la autopista varios centenares de guardias nacionales y policías, con equipos antimotines, comenzaron a lanzar gases lacrimógenos y balas de goma para dispersarlos.

Uno de los manifestantes, Pablo Quintero, dijo que estaban “buscando alimento, buscando seguridad”.

Estamos pidiendo que nos sueltan nuestros presas políticos y no nos llevan a elecciones generales. Se nos mueren la gente, porque no tenemos comida, no tenemos medicamento”, agregó.

La reunión de la OEA en Cancún es la más reciente de una serie de reuniones diplomáticas entre funcionarios de alto nivel para discutir la crisis de Venezuela. Sin embargo, oficiales estadounidenses minimizaron las expectativas de que la reunión pudiera producir resultados inmediatos e insistieron en que era parte de un esfuerzo continuo para elevar la conciencia sobre la situación del país bajo el mandato de Nicolás Maduro.

“El objetivo del gobierno ahora está claro: remover lo que resta de las autoridades elegidas libremente en la asamblea nacional y reemplazarlas con un títere”, dijo a periodistas Michael Fitzpatrick, subsecretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, faltó a la reunión.

Tanto Estados Unidos como otros gobiernos regionales están demandando que Venezuela respete los derechos humanos, detenga el uso de la fuerza en las protestas, sostenga elecciones y renuncie a la idea de reescribir la constitución.

Venezuela ha tenido que lidiar con una crisis económica, una creciente inflación y desabastecimiento de alimentos y medicinas, lo que ha desencadenado descontento contra el gobierno de Maduro. El presidente ha acusado a sus opositores a sabotear el país a través de una guerra económica y protestas.

La canciller venezolana Delcy Rodríguez sugirió que hablar del sufrimiento en Venezuela era un pretexto para provocar una intervención estadounidense.

“Mucho se ha hablado de que hay una crisis humanitaria… Es una excusa más para proceder a la intervención”, dijo Rodríguez al inicio de unas charlas para aprobar una resolución sobre los problemas en Venezuela.

Rodríguez dijo que hablar de censura contra el gobierno venezolano ha sido “todo dirigido por los Estados Unidos”. Terminó diciendo que no reconocería ninguna resolución aprobada por la OEA, organismo que Venezuela piensa dejar.

La semana pasada 23 expresidentes latinoamericanos y de España recomendaron a la OEA adoptar una serie de medidas, que incluye exigir al gobierno respeto a los derechos humanos, detener la represión de las protestas y abandonar la idea de reformar la constitución.

Más temprano, decenas de oficialistas se enfrentaron a golpes y empujones con un grupo de opositores que se concentró frente a la Fiscalía General para expresar su respaldo a la jefa de ese despacho que ha sido objeto de fuertes críticas de parte de algunas figuras del gobierno a raíz de su distanciamiento de la administración del presidente Nicolás Maduro. Decenas de funcionarios de seguridad y guardias nacionales debieron actuar para dividir a los bandos.

Con información de EFE y AP

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