China investigará los motivos de un fallo del cohete espacial lanzado este domingo, que despegó inicialmente sin problemas pero que luego registró un problema durante su vuelo, dijo hoy un portavoz oficial.
El cohete Larga Marcha-5 Y2 despegó sin problemas desde el centro espacial de Wenchang (sureste) en la noche del domingo, llevando a bordo el satélite de comunicaciones Shijian-18, y durante los primeros minutos todo pareció normal.
Sin embargo, más tarde se registró un problema del que las autoridades espaciales chinas no han dado detalles, pero que hizo que el lanzamiento fuera «un fracaso», informó la agencia oficial Xinhua.
Preguntado hoy acerca de si el cohete y su carga no llegaron a insertarse en la órbita prevista y podrían precipitarse sobre tierra, un portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, se limitó a decir que «las autoridades pertinentes» procederán a «investigar las causas del lanzamiento infructuoso».
El fallo puede ser importante para China, ya que los Larga Marcha-5 Y2 constituyen una nueva generación de cohetes para cargas muy pesadas y cuyo uso está previsto para algunas misiones muy importantes que Pekín va a lanzar en los próximos años.
La primera, con un lanzamiento que podría tener lugar hacia noviembre próximo si no hay retrasos debido a este último problema, está previsto el inicio de la misión lunar Chang’e 5, un complejo proyecto que enviará una sonda a la superficie de la Luna para tomar muestras y retornarlas a la Tierra.
La misión constará de cuatro módulos (ascenso, órbita, alunizaje y retorno), por lo que se requiere un cohete capaz de llevar cargas más pesadas.
Este mismo cohete se empleará para la puesta en órbita del primer módulo de la estación espacial, el «Tianhe 1», de unas veinte toneladas de peso, y que se espera lanzar en 2019. La estación estaría concluida en 2022.
Además, China tiene previsto enviar en 2020 con este mismo cohete una misión a Marte que incluirá un vehículo robotizado que realice investigaciones científicas.
Las autoridades espaciales chinas tienen previsto concluir la construcción de su estación orbital en 2022. EFE