VITTEL, Francia (AP) — Una escalofriante caída del británico Mark Cavendish, que derivó en la descalificación de Peter Sagan, empañó el martes la cuarta etapa del Tour de Francia, conquistada por el local Arnaud Demare, quien se impuso en un sprint caótico.
Las imágenes de la televisión mostraron que Peter Sagan, el campeón mundial y ganador de la tercera etapa, le cerró el paso a Cavendish, especialista en los cierres, y le propinó un codazo. La cabeza del británico impactó la valla metálica.
Dos ciclistas que marchaban detrás de Cavendish, ganador de 30 etapas del Tour, le pasaron por encima y cayeron también de forma aparatosa.
El eslovaco Sagan, quien llegó segundo en la etapa, recibió originalmente una sanción de 30 segundos, que lo relegaba al 115to puesto en la jornada. Como resultado, había caído también del segundo al 15to puesto.
Pero luego, Philippe Marien, presidente del jurado de la Unión Ciclista Internacional anunció que Sagan estaba descalificado del Tour “tras el sprint tumultuario aquí en Vittel, donde puso en peligro a varios competidores, incluido Mark Cavendish y los demás involucrados en el choque”.
Marien explicó que se aplicaron las reglas de la UCI que permiten dejar fuera de la competencia a los ciclistas cuando se presentan “casos serios”.
Tras la caída, Sagan acudió a ver cómo se encontraba Cavendish y le dio unas palmadas en la espalda. Su rival le mostró las heridas.
“Una cosa es que él se cierre, pero lo del codo… No me agradó mucho que me golpeara así con el codo”, dijo Cavendish. “Un choque es un choque, sólo me gustaría saber qué pasó con el codo, de verdad. Me gustaría hablar con él de eso”.
Antes de que se anunciara la descalificación, el eslovaco se había disculpado.
“No es bueno caer así”, reconoció. “Era el sprint. No sabía que Marc estaba detrás de mí. Venía por el costado derecho y muy rápido. No tuve tiempo de reaccionar, viré a la derecha, él se impactó conmigo y luego se fue contra la valla”.
Una cuadrilla de primeros auxilios corrió en sentido contrario a los ciclistas que se acercaban, para atender a Cavendish.
Cuando el herido finalmente se incorporó, tenía el jersey hecho jirones, y la sangre le manaba de un costado. Luego de recibir tratamiento, montó en la bicicleta y se dirigió a la meta acompañado por un compañero. Se sujetaba el codo y llevaba vendada la mano derecha.
Fue llevado a un hospital.
“Definitivamente necesitaré sutura en un dedo, que está sangrando mucho”, informó. “Con el hombro, el dolor tiene que ver con una lesión previa. Se encuentra un poco recorrido hacia atrás, así que no estoy seguro de si tengo algún daño en el ligamento. No soy médico, pero a juzgar por la forma en que me siento, no soy optimista”.
Ha sido un año complicado para Cavendish, quien contrajo en abril el virus de Epstein-Barr y sufrió una mononucleosis.
La victoria de Demare puso fin a la larga espera para el público en Francia. El último francés que había ganado una etapa del Tour en un sprint colectivo fue Jimmy Casper, quien lo consiguió en 2006, durante la primera etapa en Estrasburgo.
“Es extraordinario, maravilloso”, expresó Demare, quien finalizó como escolta de Marcel Kittel en la segunda etapa. El martes, tuvo un tiempo de cuatro horas, 53 minutos y 54 segundos.
Una caída anterior a la de Cavendish retrasó a Geraint Thomas, líder de la general. Pero el galés conservó el “maillot” amarillo, dado que el accidente ocurrió en la zona neutral, cerca de la llegada.
Thomas tiene una ventaja de 12 segundos respecto del también británico Chris Froome, su compañero en Sky y tres veces ganador del Tour. El australiano Michael Matthews está tercero, también a 12 segundos.
El colombiano Nairo Quintana, de Movistar, llegó en el pelotón puntero y se ubicó en el 28vo puesto. Ascendió así al vigésimo peldaño en la general.
La quinta etapa, programada para el miércoles, concluye con el primer ascenso importante a la montaña. El recorrido de 160,5 kilómetros (100 millas) comienza en Vittel y termina en La Planche des Belles Filles. (D)