El expresidente Rafael Correa reveló hoy a través de su cuenta Twitter «el pacto con los Bucaram» que venia denunciando desde los diálogos anunciados por Lenín Moreno.
En una seria de tuits, Correa dijo lo siguiente:
Yo tuve que enfrentar a los poderosos, pero pasé diez años dialogando con los ciudadanos de a pie, con los pobres, los indígenas sin ponchos dorados, los GLBTI, las trabajadoras sexuales, las empleadas domésticas, los “descartables” de la sociedad, como los llama el papa Francisco.
La situación del país es diferente. Nadie puede estar contra el “diálogo”, incluso con la partidocracia, pero, no se engañen, lo que existe es un verdadero reparto de la Patria, como en el viejo país.
El caso más grave, aunque no el único, es el pacto con Bucaram, para que regrese al país y apoye al Gobierno, a cambio de la entrega de las empresas eléctricas. Esto es CORRUPCIÓN INSTITUCIONALIZADA.
No es en absoluto “imaginación”. El 5 de mayo, un actual alto funcionario del Gobierno viajó a Panamá a pactar con Bucaram. Hay todas las pruebas al respecto, pero nadie investiga, la prensa cómplice calla.
La izquierda “pura”, aquella que tanto me cuestionaba dentro de Alianza País (AP), aquella para la cual yo era un “accidente”, y, nuestras victorias, fruto de su “acumulado histórico” (?), hace mutis por el foro. Están bien instalados en sus cargos, pese a las inconsecuencias éticas, ideológicas, e incluso, de elemental gratitud.
Esta corrupción institucionalizada no la puede aceptar AP. Si AP calla ante esto, es mejor que desaparezca, o, los que no toleramos el cinismo, separarnos y hacer un nuevo movimiento. Y empezar desde cero, con la frescura y entusiasmo, ternura y pasión del 2006.
Recuerden: el cinismo, la traición y la mediocridad serán efímeros.
¡Hasta la victoria siempre!