CARACAS (AP) — El gobierno del presidente Donald Trump impuso el viernes amplias sanciones financieras a Venezuela, las que prohíben a los bancos estadounidenses realizar transacciones nuevas con el gobierno o con la petrolera estatal PDVSA.
Anticipando las sanciones, el vicepresidente Mike Pence dijo en un tuit que Estados Unidos “no se quedará de brazos cruzados mientras Venezuela se desploma” y que los venezolanos tienen “el derecho fundamental” a la libertad.
Las sanciones decretadas provocarán sin duda una drástica escalada de las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, y agravarán la crisis económica del país sudamericano.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que las sanciones “están calibradas cuidadosamente para retirarle a la dictadura de Maduro una fuente crucial de financiación para mantener su régimen ilegítimo, proteger al sistema financiero estadounidense de la complicidad con la corrupción de Venezuela y el empobrecimiento del pueblo venezolano y permitir la ayuda humanitaria”.
Las nuevas medidas prohíben las transacciones en bonos emitidos por el gobierno de Venezuela y su petrolera estatal. También prohíben las transacciones con ciertos bonos existentes en poder del sector público venezolano y el pago de dividendos al gobierno de Venezuela.
La declaración de la Casa Blanca alude en todo momento al gobierno del presidente Nicolás Maduro como una “dictadura”.
Días atrás, Pence se reunió con exiliados venezolanos en Miami para expresar su solidaridad con las gestiones para proteger a la democracia en el país sudamericano, ante las medidas cada vez más autoritarias de Maduro.
El mes pasado, Washington advirtió que tomaría enérgicas medidas económicas si Maduro cumplía su plan de crear una Asamblea Constituyente formada por miembros leales al oficialismo.
Desde que la Constituyente fue instaurada, ha destituido a la fiscal general y le ha arrebatado el poder a la Asamblea Nacional, que es dominada por la oposición.