Casa por casa, los bomberos inspeccionaban el jueves decenas de miles de viviendas en Houston en busca de cualquier persona que haya quedado varada en medio de los estragos causados por la tormenta Harvey. Entretanto, un apagón en una planta química desató explosiones que llevaron a las autoridades a pedir a la ciudadanía a que tome medidas de precaución por los riesgos a la salud pública.
Los bomberos también estaban atentos a la sombría posibilidad de hallar más muertos, lo que elevaría el saldo de víctimas fatales, actualmente de 31. Advirtieron que podría tomar hasta dos semanas registrar todos los vecindarios, ya que en algunos lugares el agua tiene una profundidad de 1,20 metros (4 pies).
A medida que cedían las aguas en Houston, la posibilidad de daños graves se trasladaba a una región cerca del límite entre Texas y Luisiana.
Los incendios y las dos explosiones en la planta química de Arkema Inc., al noreste de Houston, despidieron una llama de entre 9 y 13 metros de altura (entre 30 y 40 pies) y una nube espesa de humo negro. Inicialmente, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) dijo que el humo era «sumamente peligroso», pero luego se retractó, admitiendo que había emitido esa calificación por precaución extrema.
Un análisis del humo realizado por la FEMA demostró que no hay amenaza para la salud pública, dijo la agencia.
En Houston, las averiguaciones más recientes indican que la tormenta y las subsiguientes inundaciones destruyeron casi 7.000 viviendas y causaron daños graves a más de 37.000, según el Departamento de Seguridad Pública de Texas.
La cifra de muertos confirmados ahora incluye a seis miembros de una familia _cuatro de ellos niños_ cuyos cadáveres fueron recuperados el miércoles de una camioneta que fue arrastrada por la corriente hacia un pantano.
Más hacia el este, abundaban las inundaciones en Beaumont y Port Arthur, luego de ser castigadas por los remanentes de la tormenta. Beaumont se quedó sin servicio de agua corriente cuando su principal estación de bombeo resultó abrumada por el río Neches. En consecuencia, el Hospital Baptist Beaumont tuvo que trasladar en helicóptero a casi 200 personas a otros hospitales.
Port Arthur estaba cada vez más aislado, conforme el agua bloqueaba la mayoría de las carreteras importantes de acceso a la ciudad.
Más de 500 personas _con decenas de perros, gatos, un lagarto y un mono_ se refugiaron en la bolera Max Bowl de la localidad, afirmó el gerente del establecimiento, Jeff Tolliver. «El mono fue un poco sorprendente, pero intentamos ayudar«, comentó.
La planta química en Crosby se quedó sin electricidad y sus generadores de emergencia dejaron de funcionar, suspendiendo la refrigeración de unos productos químicos que se vuelven inestables al subir la temperatura. Arkema había cerrado la instalación antes de la tormenta.
Los estallidos fueron leves y algunos policías sufrieron irritación en los ojos, informaron los bomberos.
En la zona rural que rodea a la planta química, las autoridades recorrieron de puerta en puerta avisándole a los vecinos sobre la situación y pidiéndoles que evacúen la zona, aunque no era obligatorio.
Las inundaciones también volcaron dos tanques de almacenaje de petróleo en el sur de Texas, derramando casi 113.000 litros (30.000 galones) de crudo. No quedaba claro de inmediato si se pudo limpiar algo de ese combustible. Se estima que al ceder las aguas se harán evidentes otros daños a la infraestructura petrolera del estado.
Los meteorólogos rebajaron a Harvey de tormenta a depresión tropical el miércoles por la noche, pero el meteoro aún puede descargar mucha lluvia y causar daños. Se esperaba una precipitación adicional de entre 10 y 20 centímetros (de 4 a 8 pulgadas) desde la zona de los límites entre Luisiana y Texas hasta Tennessee y Kentucky para el viernes. Algunas zonas podrían recibir hasta 30 centímetros (1 pie) de agua, aumentando el riesgo de nuevas inundaciones.
Para gran parte del área de Houston, los meteorólogos afirman que la lluvia prácticamente llegó a su fin. «Tenemos buenas noticias», dijo Jeff Lindner, meteorólogo para el Distrito del Control de Inundaciones del Condado Harris. «Los niveles de agua van en descenso«.
Los dos principales aeropuertos de la ciudad entraron en funcionamiento el miércoles. Las autoridades anunciaron la reanudación de servicios limitados de autobús y tranvía, así como de recolección de basura. Sin embargo, muchos miles de casas del área de Houston están inundadas y podrían seguir así durante días o semanas.(AP)
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