Liberales, verdes y conservadores alemanes subrayan hoy en declaraciones a distintos medios las diferencias que les separan, poniendo de relieve las dificultades con que va a enfrentar la única coalición de gobierno que parece viable tras las elecciones del domingo.
Para poder conformar un ejecutivo estable, la canciller alemana, Angela Merkel, debería sumar a los votos logrados por el bloque conservador que le apoya, la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) (32,9 %), los sufragios del Partido Liberal (FDP) (10,7 %) y los de Los Verdes (8,9 %), una alianza inédita a nivel federal en el país.
Ninguna otra opción parece por el momento viable, porque los socialdemócratas (20,5 %) han asegurado que irán a la oposición y porque nadie está dispuesto a pactar con los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) (12,6 %).
El líder del FPD, Christian Lindner, afirma en el diario «Welt» que, pese a que algunos ven el posible tripartito como «un proyecto político romántico», «la verdad es que aunque tiene una mayoría matemática, cada uno de los cuatro partidos involucrados tiene un mandato electoral distinto».
«Si estos (mandatos) se pueden unir sin contradicciones y en interés del país es incierto», agrega Lindner, que indica que su partido sólo entrará en una coalición si se revierten ciertas políticas actuales en ámbitos como la educación, las migraciones y la eurozona.
La copresidenta de Los Verdes, Simone Peter, señala por su parte en una entrevista al «Rheinische Post» que una «línea roja» de su formación es la pretensión de otros dos potenciales socios de la futura coalición, FDP y CSU, que han exigido una cuota máxima de refugiados al año.
«En una coalición con nosotros no habrá una cuota máxima para refugiados. La CSU debe asumir esto si desea sondear en serio las posibilidades de la coalición», manifestó.
La CSU, que ya se ha enfrentado con la CDU de Merkel por esta polémica cuota de refugiados que la canciller rechaza, ha puesto en duda hasta que los dos partidos conservadores sigan siendo «hermanos» como habitualmente se les denomina en Alemania.
La mayoría de los expertos alemanes considera que esta coalición es posible, aunque no fácil de trabar, ya que las distancias no son insalvables y que los partidos alemanes son pragmáticos y no quieren afrontar el desgaste de imagen que supondría repetir elecciones.
Merkel aseguró tras las elecciones que su objetivo era lograr un gobierno estable. EFE