Ha muerto Pancho Segura, gloria del tenis ecuatoriano

Pancho Segura. Secuencia fotográfica tomada del blog puntodebreak.com

Pancho Segura, uno de los deportistas más emblemáticos del país, ha fallecido de un paro cardio-respiratorio a los 96 años, según confirmaron sus familiares a la prensa. Segura sufría de Parkinson.

Francisco Segura Cano nació en Guayaquil en 1921, en el seno de una familia muy pobre, en una época en que el tenis era deporte de personas acomodadas. Empezó como pasabolas en el Tenis Club de Guayaquil (el lugar donde trabajaba su padre, recogiendo las toallas), a cambio de propinas, y llegó a campeón sudamericano y bolivariano de tenis, ganó mas de 20 títulos en Estados Unidos y derrotó a grandes tenistas de la talla de Arthur Ashe.

Medía 1.60 m de estatura, y tenía las piernas arqueadas a causa del raquitismo que sufrió en su infancia. El raquitismo es una enfermedad que debilita los huesos, producida por una mala alimentación. Empezó a practicar tenis en el club, después que los socios desocupaban las canchas, con una raqueta que le regaló uno de los socios. La raqueta era muy grande para él, por lo que, además de su falta de fuerza, le obligó a usar las dos manos paga golpear la pelota, lo que no se consideraba una buena técnica de juego. Eso no le impidió llegar a ser el «Mejor Tenista masculino individual del mundo» en 1950 y 1952,​ siendo el primer latinoamericano varón en lograrlo. Su técnica de agarrar la raqueta con ambas manos para golpear la pelota se volvió famosa a nivel mundial.

La primera vez que participó en una competencia internacional fue en 1938, cuando el club lo incluyó como seleccionado nacional en los Juegos Bolivarianos. Las delegaciones de Perú y Venezuela protestaron, por considerar que un hombre que cobrabas propinas como pasabolas y por entrenar con los socios no debía ser registrado como tenista profesional. Pero el dirigente Galo Plaza Lasso amenazó con retirar la delegación si no se le permitía competir. Pancho Segura llegó a la final con el campeón colombiano Jorge Combariza. Y ganó.

En 1939 gana la medalla de oro en la Copa Sudamericana. En 194o viaja en barco a Nueva York, invitado por el estadounidense Elwood Cooke, finalista en singles en Wimbledon ese año, y apoyado por el Guayaquil Tenis Club y algunos de los socios, para ir a entrenar en el exclusivo Meadows Club, donde por primera vez juega en una cancha de césped. Ahí es reclutado por la Universidad de Miami, que le ofrece una beca para que estudie y juegue tenis representando a la universidad. Se convirtió en el mejor jugador universitario de los EEUU, ganando el campeonato nacional en 1943, 1944 y 1945.

Pancho Segura, en una foto de fecha indeterminada, usada en el blog puntodebreak.com.

 

Para 1953, después de tres años de ser considerado el mejor jugador del mundo, ya estaba ganando alrededor de 50 mil dólares al año. Pancho llegó a cuatro semifinales del Abierto de los Estados Unidos  (1942-45), fue finalista en dobles en Roland Garros en 1946, disputó la final de dobles en 1944 y dobles mixtos en 1943 y 1947 en el US Open. En la década de los sesenta daba clases en el Beverly Hills Tennis Club, en Los Ángeles. Entre sus alumnos estaban grandes estrellas de cine como Doris Day, Julie Andews, Charlton Heston, Barbara Streissand, Gene Hackman, Ava Gardner.

Para entonces, ya era tan famoso, que aparece, interpretándose a sí mismo, en uno de los episodios de la famosa serie «Mi bella genio» («I dream of Jeannie»). A comienzos de los setenta, recibe como estudiante a un muchacho de 16 años llamado Jimmy Connors, a quien lo lleva su madre (una antigua alumna de Pancho) para que aprenda tenis con uno de los grandes. Connors, que se convierte en uno de los tenistas más famosos del mundo, y quien hereda un revés a dos manos absolutamente calcado al de su mentor, ha tuiteado este domingo sobre su tristeza por la muerte de quien describe como su amigo, su entrenador y mentor.

Pancho Segura ingresó al Salón de la Fama del tenis en 1984, y es el único ecuatoriano en haber alcanzado este logro. Desde la década de los sesenta, las canchas del Guayaquil Tenis Club llevan su nombre. «Quiero que me recuerden como un tipo que nació de la nada y surgió por su esfuerzo. Nadie debe perder la humildad, solo el bruto la pierde porque es pretencioso. Eso no ayuda a crecer», dijo en una entrevista al diario El Universo, en 2005, la última vez que visitó Guayaquil.

Al momento de su muerte, residía en California, EEUU. Le sobrevive un hijo, Spencer Segura, que jugaba tenis para la UCLA, en Los Angeles.

  • Con información de El Telégrafo (1).

 

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