
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa abogó hoy por una solución a la crisis independentista en Cataluña que pase por el «diálogo» y el respeto de la «democracia» y evite la «represión».
«Ojalá se solucione este problema con el diálogo y en democracia, y sin represión», indicó Correa en una entrevista con Efe, en la víspera del regreso a su país para participar en la convención del movimiento oficialista Alianza País.
El que fue presidente de Ecuador entre 2007 y 2017, residente actualmente en Bélgica de donde es originaria su esposa, afirmó que «los españoles deben buscar sus propias soluciones, y el pueblo catalán».
Correa expresó su «cariño» por el pueblo catalán y recordó que recibió un doctorado «honoris causa» en la Universidad de Barcelona en una visita que fue «de los mejores viajes que he tenido, me trataron de una manera extraordinaria».
Reconoció que el desafío independentista catalán es «difícil de manejar», y recordó que hay otros movimientos de esa naturaleza en el País Vasco, el norte de Italia o en la región de Flandes en Bélgica.
«Podemos imaginar una Europa no ya de 27 ó 28 miembros en el futuro sino de 50 miembros si este proceso explota, se desencadena», comentó.
Correa señaló que, desde el respeto a la política interna de los países, ve «un poco con preocupación el rumbo de Europa en su visión social, económica».
«Por lo que respecta a la unión política, con el ‘brexit’, con ciertos movimientos independentistas, pues también hay una situación bastante delicada», apuntó.
Aludió además a un «resurgimiento muy, muy importante de la extrema derecha, de grupos xenofóbicos, veo el imperio absoluto del capital por encima de los seres humanos».
«Por eso para nosotros, los países del sur, fueron una gran esperanza esos movimientos ciudadanos de protesta de hace algunos años frente al mal manejo de la crisis, pero movimientos que se han acallado», indicó.
Recordó que la economía implica «manejar recursos escasos», pero «resulta que hay gente que necesita casas que no las tiene y bancos que no necesitan casas, repletos de casas vacías».
«Es la peor economía, el peor de los mundos, pero es para proteger el capital financiero», consideró.
Correa se refirió también a la crisis económica y financiera en Grecia que hizo tambalear al euro, en la que en su opinión no se trataba de ayudar al pueblo griego, sino de «garantizar el pago de la deuda a los bancos alemanes, a los bancos franceses».
«Somos expertos nosotros en eso, los latinoamericanos, no por que seamos más inteligentes que el resto, sino porque hemos vivido todas las crisis y todas las recetas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, y sabemos lo que buscan», concluyó. EFE