La «Liga de la Justicia«, el filme de súper héroes con un presupuesto estimado de 300 millones de dólares (que la convirtió en una de las películas más caras de la historia), gastó unos 25 millones de dólares más en borrar mediante efectos especiales el bigote de Henry Cavill, el actor que protagoniza a Superman y que no podía afeitárselo por un contrato con otra productora.
El rodaje tuvo lugar de abril a octubre de 2016, pero en julio de 2017 se añadieron dos meses extra para rodar nuevas escenas. Henry Cavill se encontraba entonces rodando la sexta entrega de Mission: Imposible, su primera participación en la saga que sigue protagonizada por Tom Cruise. Y en este papel, el personaje de Henry Cavill lleva un bigote de estilo setentero.
Lo más normal sería que Cavill se afeitase. Pero el actor estuvo durante esos dos meses alternando el rodaje de Mission: impossible y las escenas adicionales de La liga de la justicia y desde Paramount (la compañía que produce y distribuye la primera) le prohibieron bajo contrato que se afeitase, por aquello tan sagrado en el cine que es el raccord, o sea, la continuidad entre escenas.
El actor, según explicó en una entrevista promocional concedida al canal Fox 5, tuvo que rodar las escenas adicionales con unas curiosas marcas en la cara. «No hay manera de cubrir un bigote. Lo que hicieron fue intentar retirarlo de la superficie de los labios echándolo hacia atrás con cera y poner puntos por toda mi cara para luego trabajar con el CGI». Periodistas de la web de entretenimiento Business Insider contactaron con un estudio de efectos especiales para saber qué nivel y costo de trabajo supondría esto.
«Se necesita una semana para crear los elementos tridimensionales [o sea, su cara sin barba], después otras tres semanas para rastrear, animar y generar ese rostro afeitado, y otras dos semanas para unirlo todo», respondió el especialista. Lo que no consiguieron es que el estudio consultado revele cuántos millones de dólares cuesta esto, pero hay un elemento clave para poder sacar conclusiones: el rodaje de escenas adicionales en cualquier superproducción suele costar unos diez millones de dólares y en este caso ha costado 25.
La película se estrenó el 17 de noviembre y, pese a que solo lleva cinco días, medios económicos como Forbes ya analizan las cifras de sus primeros días como «un desastre». No ayuda el trolleo que esta semana ha nacido en Twitter a raíz del dichoso bigote de Cavill, que muchos espectadores notan en algunas escenas pese al tiempo y dinero invertido en su eliminación.
Henry Cavill’s mustache could not be contained by mere human CGI pic.twitter.com/TnxdpbeNVT
— Zack (@Blankzilla) 16 de noviembre de 2017
They should’ve just left the mustache in with no explanation. It’s an infinitely better movie that way pic.twitter.com/VD7979M07K
— Josh Billinson (@jbillinson) 20 de noviembre de 2017