Guayaquil.- El viernes 19 de enero, «Espacio Violenta» inauguró la exposición denominada «La escuela del Terror», como parte del proyecto “Carne Fresca”, que busca visibilizar actores emergentes en el circuito local de Guayaquil.
La muestra contó con la participación de los artistas Josue Ayala, Brenda Vega, Janio Navarrete y Pancho Baquerizo. Además de Roberto Noboa y José Oliveira, como artistas invitados.
La obra de Brenda Vega (Quito, 1984) tiene un título en inglés «The digital self extract 1» («El ser digital extracto 1») y afirma su autora que se trata de: «una obra en video que tiene la imagen fija de una naturaleza y ésta imagen está corrompida, tiene como pixelados, como que naturalmente se corrompió. La imagen, que no es estática, sino que corre dos minutos para hacer una pieza que más que video es sonora y para eso están los audífonos, tiene un remix de varias voces que hablan son las preocupaciones de distintos puntos de vista filosóficos sobre el ser humano. Estas preocupaciones tienen que ver mucho con mis preocupaciones, como artista y como humano, que es el ser humano del siglo xxi y esta necesidad imperante de usar la tecnología y de mediar cada cosa que hacemos con los aparatos electrónicos, entonces yo uso como las corrientes filosófica sdel siglo xx como de una manera de sacar estas ideas que vienen de antes sobre esta la banalidad y superficilidad del ser humano que siempre ha estado latentes, pero que ahora es más obvio por las redes sociales, porque el teléfono ahora tiene una cámara y tiene una cámara frontal, entonces ahora la persona se puede ver a sí misma y a la vez grabarse, antes el fotógrafo sólo veía lo que iba a fotografiar, pero ahora el fotógrafo es el fotografiado».
«El uso de las redes, independientemente de género, etnias, lugar en el mundo, etc., es algoq ue el humano está compartiendo últimamente que es esta ansiedad y necesidad de constantemente decir al mundo que están activos y que están presentes, entonces esta obra es video con sonido, y el sonido habla unas frases de Martin Heidegger, que era un filósofo alemán que habla sobre el ser y también de Michel Foucault, que el sonido lo extraje de una conferencia que dio en los años 70, que él habla del ser, y a la par, también tiene un remix con una canción de Daft Punk que se llama «Technologic», seguido de esto uso frases de un manifiesto que escribí que se llama «El Ser digital» y el ser digital necesita atención, busca estrellato, es una perra de las aplicaciones, y estas frases aparecen aleatoriamente en la pantalla de esta naturaleza corrompida, pixelada, y que solo podemos ver a través de este mediador que es esta pantalla tecnológica. El ser digital, a quien yo interperto como el ser humano actual, también busca algo real, sí somos seres digitales, de alguna manera queremos salir a la esfera análoga o material, pero nos gusta habitar el cyberespacio».
Brenda realizó su maestría en artes con mención en fotografía en la «Universtiy of the Arts» en Londres.
La obra de José Oliveira es una fotografía de una ex novia suya disfrazada de Darth Vader que se titula «Yo soy tu padre». José cuenta que «esa foto la hice hace ya como siete años atrás porque me retaron a coger cualquier personaje de «Star Wars» y hacerlo que fuera sexy y, creo yo, que el personaje menos sexy de toda la galaxia muy, muy lejana es Darth Vader. La fotografía es super cómica y tiene esa idea de divertirse y creo que toda mi obra gira en torno a eso, a pasarla bien. Es muy autobiográfica, pero ya a este punto ya no se vuelve tan autobigráfica, ya se vuelve más para todos, se vuelve cotidiana para que las personas la puedan ver».
Janio Navarrete estudió en el ITAE y estando por terminar la carrera fue absorbido por la Universidad de las Artes donde sigue estudiando ahora. Su obra, llamada «Gimmicks», la empezó en el 2015 y tenía que ver con la forma en la que se plantean las relaciones homosexuales, que son relaciones muy violentas. «Así empezó», cuenta Janio, «y luego se fue desbordando en muchas otras cosas, como el tema de las mitologías de Roland Barthes, en las cuales él plantea como historias contemporáneas aquello de los «Gimmicks», que en el argot del a lucha popular son los personajes que personifican a los luchadores, son como máscaras, porque, obviamente, todo el mundo sabe que la lucha libre es falsa, pero la gente de todos modos va y le gusta ver porque es como una representación, una teatralidad, y yo aquí las metí, ya que se trata de mitologías contemporáneas, lo quise involucrar con la mitología griega con el mito de Ganímides y Zeus, que Zeus se transforma en un halcón y rapta a Ganímides, que es un pastorcito, y que en la historia del arte se lo ha planteado de muchas maneras, incluso a Zeus raptando un bebé. En todas las capas de sentido que tiene la obra también me planteé esto del dibujo, de los tests predictivos psicoanalíticos en los que se estudia la cadencia, el ritmo de la línea, del garabato y por eso, en algunas obra en vez de máscara les ponía algunos rayones, y como soy escritor, además, me gusta esto de crear personajes, me viene por el hecho del yo artista, pero Mr. Hyde, como grafitero, que es algo que también me gusta hacer. Es una obra lúdica en el sentido más bien de experimentación matérica y de experimentación plástica, pero también tiene diversidad en cuanto al estudio y a las capas de sentido de la cual yo he querido dotar a esta obra».
Pancho Baquerizo (1993) estudió Artes Visuales en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, PUCE. La pintura que está en «Violenta» se llama «Observando el tiempo» y la presentó en marzo del 2017 en la galería del Fondo de Cultura Económica de Quito.
«Este corte forma parte de una serie que se llama «Bitácora Roja», en que lo que se ve es un conjunto de dibujos de una bitácora en específico que la fui trabajando durante todo el 2016 y es la forma de medir la percepción del tiempo mía durante este tiempo de mi quehacer cotidiano. En mi obra el proceso es muy importante y lo muestro como un resultado», dándose cuenta de que no necesariamente hay un resultado en las cosas, pero que el proceso para llegar allá ya es algo importante, y que este es un proceso de cuestionar el uso del tiempo, la forma de medir el tiempo, la forma de utilizar el dibujo expandido, de llevarlo más allá, con una estética muy, muy simple porque creo que medir el arte por el esfuerzo es una jugada del capital. Entonces creo que esto puede ser también una cierta crítica al capitalismo, sin satanizarlo, Estamos acostumbrados a ver obras muy elaboradas y creemos que eso es hermoso, creo que es bueno re-plantearse eso, creo que también lo simple tiene su valor, que talvez no tiene justamente el tiempo necesario para que se algo elaborado, pero creo que eso se conectaba con la obra porque iba como armando esta crítica de darse cuenta del tiempo- dinero, de estas lógicas del capital y un poco ir cuestionando. No creo que doy ningún mensaje ni que estoy haciendo una reflexión sino que estoy lanzando preguntas, porque yo creo que el arte está para cuestionar pero no está para dar respuestas».
María Jurado
(F)