Moreno se apega a los «principios» pero cree que Ecuador debe evolucionar

El Presidente de la República, Lenín Moreno, lideró la presentación del Proyecto Refinería de Manabí a inversionistas nacionales y extranjeros. Foto: Eduardo Flores / Presidencia de la República

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dijo hoy que el referendo del domingo ha «rescatado» los principios de la constitución de Montecristi y que era necesario cambiar y evolucionar pero, aseguró, se ha hecho sin alterar los principios de la Revolución Ciudadana.

«Estamos rescatando los principios fundacionales (…). En 2007 planteamos lo mismo que el día de hoy», afirmó el presidente ecuatoriano al defender la necesidad de un cambio tras diez años de correísmo (por el expresidente Rafael Correa) impulsados por la constitución progresista aprobada en 2008.

En un encuentro con medios internacionales, Moreno evocó la intención de Correa de «eternizarse» en el poder, razón por la que elevó a referendo la pregunta para poner fin a la posibilidad de que un gobernante pueda ser reelegido más de una vez.

«Nosotros vivimos una juventud socialista y en esos tiempos pensábamos distinto, a veces atribuíamos el derecho que tenía un líder (…) a seguir manteniéndose en el espacio de poder. Pero el socialismo de este siglo es distinto al del siglo pasado», argumentó.

Por una amplia mayoría de más de poco más de dos tercios de promedio, la ciudadanía ecuatoriana votó el domingo a favor de las siete preguntas que les planteó Moreno, y que abordaban -cinco en referendo, dos en consulta- desde cuestiones medioambientales hasta la lucha contra la corrupción o la pederastia.

Las tres que generaron el completo rechazo del correísmo, llevando a un cisma irreversible en el movimiento oficialista Alianza País, fueron la de la reelección, la reforma de un criticado Consejo de Participación Ciudadana y la anulación de una ley de plusvalía que trataba de luchar contra la especulación del suelo, pero acabó paralizando la construcción.

Frente a esas críticas, el presidente ecuatoriano insistió hoy en que se puede «cambiar» si no es en los «principios», y aseguró que su Gobierno sigue defendiendo los de la llamada Revolución Ciudadana, el proyecto social y económico que unió a las izquierdas ecuatorianas bajo el mando de Correa en 2006.

Y aseguró que su Ejecutivo nada tiene que ver con la derecha conservadora («nuestros principios son distintos»), de cuyo apoyo se ha valido para sacar adelante la consulta y el referendo, sin descartar una posible cooperación en asuntos puntuales de interés nacional.

Arropado en el encuentro por los ministros de Finanzas, Hidrocarburos, Exteriores y Defensa, Moreno reconoció que la situación económica de su país sigue siendo «difícil» pero que se empieza a ganar «confianza».

«No es muy fácil hacer que la rueda del desarrollo funcione, pero sí es importante el tema de la confianza. La confianza sí ha empezado a funcionar», subrayó sobre el mensaje que para él ha trasladado el apoyo mayoritario a la anulación de la ley de plusvalía, un respaldo que, dijo, también empieza a sentir en círculos extranjeros.

Consultado sobre política internacional, y su posicionamiento respecto a las organizaciones regionales, destacó que es «amigo de la integración» regional, pero también de «refrescar sus relaciones internacionales».

Tras años de distanciamiento ideológico por parte del anterior Gobierno, en sus nueve meses de gestión Moreno ha restablecido el diálogo con EE.UU. y trata de llegar a un acuerdo comercial con ese país como el que alcanzó con la Unión Europea.

En cuanto a la Alianza Bolivariana para América (ALBA), de la que forman parte países como Venezuela, Cuba, Nicaragua o Bolivia, declinó confirmar o desmentir si existía un distanciamiento.

«No ha habido reuniones regulares últimamente, pero vuelvo a recalcar que todos los espacios de integración son buenos», apuntó.

Abordó también la situación del fundador de Wikileaks Julian Assange, a quien su país seguirá dando asilo en la embajada de Londres después de que hoy un tribunal británico mantuviera en vigor la orden de arresto contra él y a pesar de que es un «problema heredado» que «no resulta cómodo».

En otro los asuntos sensibles, Moreno adelantó que en su encuentro con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, el próximo día 15, le pedirá un compromiso de corresponsabilidad para encarar el problema del narcotráfico en la zona fronteriza del país.

Ello después de un atentado con bomba en la ciudad de San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas, atribuido a narcotraficantes disidentes de la guerrilla colombiana.

«No es posible que el problema se origine ahí y seamos nosotros los que tengamos que pagar los platos rotos», concluyó. EFE

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