Dos soldados resultaron heridos en un ataque de disidentes de la exguerrila colombiana de las FARC contra militares ecuatorianos en la frontera con Colombia, informó este martes el ministro de Defensa de Ecuador, Patricio Zambrano.
El lunes en la comunidad limítrofe de El Pan, en la provincia costera de Esmeraldas (norte), «tuvimos problemas con grupos disidentes de las FARC, grupos delincuenciales, que en este momento se sienten acorralados, se sienten presionados y que comenzaron a abrir fuego desde el lado colombiano», señaló Zambrano en declaraciones al canal Teleamazonas.
Este incidente ocurrió en la misma zona donde el sábado las Fuerzas Armadas de Ecuador reportaron una «agresión de varios elementos no identificados», que dejó un detenido cuya nacionalidad no fue precisada.
Uno de los soldados afectados tiene heridas en el pie y el otro en la espalda, producidas por esquirlas de «morteros artesanales», indicó el ministro.
«Ellos están bien, sin ningún tipo de riesgo, están siendo evacuados a Quito para hacer una evaluación de su situación de salud», agregó.
La comunidad de El Pan pertenece a la localidad de San Lorenzo, donde el 27 de enero estalló un coche bomba en las afueras de un cuartel policial que causó 28 heridos entre civiles y uniformados.
Las autoridades atribuyeron ese atentado a un grupo de exguerrilleros de las FARC vinculado al tráfico de droga, quienes se apartaron del acuerdo de paz que suscribió en 2016 el mandatario colombiano Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El pacto condujo al desarme de unos 7.000 combatientes y la transformación de esa guerrilla en partido político. Sin embargo, un grupo de 700 a 1.000 rebeldes se alejaron del acuerdo y pasaron a ser identificados por las autoridades como disidentes.
Tras el inusual atentado en San Lorenzo, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decretó un estado de excepción y reforzó la vigilancia militar en la frontera con Colombia, donde los uniformados combaten el narcotráfico, los grupos armados y los delincuentes.
Ambos países comparten una frontera terrestre de 720 kilómetros. (I)
- Fuente AFP