La titular de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, María Fernanda Espinosa, estudiará su futuro en el Gobierno de Lenín Moreno cuando sepa si resulta elegida presidenta de la Asamblea General de la ONU el próximo junio.
«Tendré una conversación con el presidente luego de la elección para saber qué decisión es más conveniente para el país, no para mí sino para el país, y qué decisión tomamos en diálogo con el presidente», dijo la ministra en un desayuno con medios extranjeros hoy en Quito.
Espinosa fue propuesta esta semana como candidata para presidir la Asamblea General en el próximo período de sesiones de la ONU, un entorno que conoce de cerca de anteriores funciones, entre ellas, la de embajadora de su país.
Aunque no es una obligación legal ni política, la candidatura podría obligarla a dejar el cargo de canciller, dado que se trata de dos funciones altamente demandantes.
«Sé perfectamente lo que implica esa responsabilidad y no es que voy a pasar dos días aquí y dos días en Nueva York, no es ese el plan», subrayó en respuesta a una pregunta de Efe.
«El trabajo de la presidencia en la Asamblea General es un trabajo a tiempo completo, exige muchísimo del equipo que lo está asumiendo de lunes a domingo», puntualizó sobre la posibilidad de abandonar el Ejecutivo de Moreno.
Sin embargo, recordó también que dejar la cancillería «no es una exigencia» y aludió al actual presidente de ese organismo, Miroslav Lajcák, que también ejerce formalmente como ministro de Exteriores de Eslovaquia.
Sin adelantar cuál es su preferencia, Espinosa explicó que Lajcák «no ha dimitido».
«Ha pedido una licencia especial y sigue siendo el canciller de Eslovaquia, pero hay una persona que ejerce las funciones durante el período de la Presidencia de Eslovaquia en la Asamblea», matizó. EFE