La organización Amnistía Internacional (AI) considera que el Ejército de Israel está «matando y mutilando a manifestantes (en las protestas de Gaza) que no suponen una amenaza inminente» por lo que solicitó hoy el embargo de armas al país.
«El tiempo de declaraciones simbólicas de condena ha terminado. La comunidad internacional debe actuar de manera concreta y detener la entrega de armas y equipo militar a Israel», señaló Magdalena Mughrabi, directora regional de la Organización en Oriente Medio y Norte de África, en un comunicado.
Hoy está convocada la Gran Marcha del Retorno, por quinto viernes consecutivo, una protesta que comenzó el pasado 30 de marzo junto a la frontera y que hasta ahora se ha cobrado la vida de 35 palestinos, en datos de AI (40, según el Ministerio de Salud palestino que incluye altercados en la frontera) y ha causado más de 5.000 heridos.
«Durante cuatro semanas, el mundo ha visto con horror cómo los francotiradores israelíes y otros soldados, con todo el equipo de protección y desde detrás de la valla, han atacado a los manifestantes palestinos con munición real y gas lacrimógeno», destacó.
La organización dijo que los países que compran y venden equipamiento militar a Israel son los estados miembros de la Unión Europea, como Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, y también a Estados Unidos, «el principal proveedor israelí de equipamiento y tecnología militar, con el compromiso de proporcionar 38.000 millones de dólares en ayuda militar durante los próximos 10 años».
AI consideró que los testimonios, vídeos y fotografías de las protestas evidencian que «muchos fueron matados o heridos deliberadamente sin representar una amenaza inmediata para los soldados israelíes».
Entre los casos apunta al de Mohamad Jalil Obeid, jugador de fútbol de 23 años, que recibió un disparo en ambas rodillas cuando estaba grabando de espaldas a la valla fronteriza en una protesta de Al Bureij el 30 de marzo.
La organización también alerta del alto número de heridos, sobre todo en las extremidades inferiores, que corresponden más a periodos de guerras que de manifestaciones, y se hace eco de las evaluaciones de doctores que han denunciado heridas de «consecuencias devastadoras».
«Son consistentes con las causadas por los rifles Tavor de fabricación israelí de alta velocidad 5,56 mm. Otras heridas llevan la marca de los rifles de francotirador M24 Remington fabricados en los EE.UU que disparan munición de caza de 7,62 mm, que se expanden y se esparce dentro del cuerpo», incidió.
Mughrabi asegura que «la naturaleza de estas lesiones muestra que los soldados israelíes están usando armas militares de alta velocidad diseñadas para causar el máximo daño».
El Ejército israelí dijo esta semana a Efe que «emplea solo armas y municiones estándares, que son legales según el derecho internacional».
Israel considera que el movimiento islamista, Hamás, utiliza estas protestas para acercarse a la verja divisoria para colocar artefactos explosivos, y asegura que sus tropas han actuado con gran «contención». EFE