El expresidente del Gobierno español José María Aznar reafirmó hoy su rechazo al acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC, en una conferencia sobre cómo hacer frente a la amenaza terrorista, que dio en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil.
«Yo nunca he podido aprobar el acuerdo de Colombia y las FARC porque justamente es un acuerdo que cae en las cosas esenciales que hay que evitar cuando se pretende acabar el terrorismo y garantizar la seguridad«, dijo en su alocución, organizada por la Fundación Ecuador Libre.
De acuerdo a Aznar, que fue presentado por el ex candidato presidencial conservador Guillermo Lasso, un estado puede ser «generoso con los que abandonan las armas y se arrepienten», pero recalcó que «esa generosidad no puede ejercerse a costa de los derechos de las víctimas».
La conferencia del exmandatario español coincide con un período de inestabilidad en la frontera entre Colombia y Ecuador, en la que un grupo disidente armado ha atacado entre enero y abril a fuerzas armadas ecuatorianas, causándole cuatro bajas mortales y una treintena de heridos.
También se le atribuye el secuestro y asesinato a tres miembros de un equipo periodístico local, y aún tiene cautiva a una pareja ecuatoriana de la provincia de Santo Domingo.
Esa actividad hostil es consecuencia, según algunos expertos, de que durante años el anterior régimen ecuatoriano no tuvo presencia en la frontera y permitió el paso de guerrilleros del conflicto colombiano.
Los sucesos armados se dieron a raíz de una serie de operaciones, a finales de 2017 y principios de 2018, que llevaron a cabo las fuerzas de seguridad ecuatoriana bajo el nuevo Gobierno de Lenín Moreno.
Sin mencionar explícitamente a Ecuador, Aznar analizó cuál debe ser el papel institucional frente al terrorismo y consideró que «un Estado que se encuentre en condiciones de cumplir su deber básico de presencia en todo el territorio, no puede tener zonas exentas al poder legítimo de sus tribunales, sus autoridades y fuerza de seguridad«.
También recalcó, tras exponer el caso de la lucha contra la banda terrorista ETA en España, que se debe evitar convertir a los terroristas en un bando beligerante de un conflicto bélico.
«Los terroristas no son soldados honorables a los que hay que respetar, son asesinos a los que hay que condenar«, insistió.
En su discurso también evocó el caso de Europa frente el terrorismo yihadista y dijo que sus «debilidades» no sólo radican en la presión islámica en el norte de África y en Oriente Medio.
Para Aznar hay «debilidades internas que tienen que ver con el fracaso relativo de los modelos de integración cultural y cívica de la población musulmana».
En todos los casos, a su juicio la lucha contra el terrorismo tiene que ser ante todo un «compromiso ético» de las sociedades, porque «el terrorismo arraiga en medio del vacío moral de sociedades que miran para otro lado cuando sus conciudadanos son asesinados». EFE
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