Las raíces latinas de la popular doble de Jennifer López, la empresaria Connie Peña, son una ventaja para emular los movimientos de infarto de la diva de El Bronx, a la que su asombroso parecido le ha llevado a sufrir no solo sus complicadas coreografías sino la fogosidad de sus admiradores.
Peña, nacida en Santa Ana (California) de padre peruano y madre mexicana, dice dejarse la piel para convertirse en la primera doble de Jennifer López que realiza un tributo de la artista neoyorquina en el que no solo intenta imitar su físico, sino sus habilidades musicales y motrices.
Empresaria y personalidad del mundo del entretenimiento en Las Vegas, Peña nunca se ha dedicado profesionalmente al baile o a la canción, por lo que asemejarse a JLo se auguraba como una ardua tarea.
«¡Me he puesto hasta a llorar, es tan difícil! A veces he pensado que no puedo y que no soy JLo. Para mí es algo muy nuevo, pero no me voy a rajar», asegura a Efe Peña, que desde que iba a peleas de Oscar de la Hoya en Las Vegas hace 15 años la gente ya le hacía notar su parecido con la cantante de «On The Floor».
Y aunque su embarazo hace ocho años le hizo posponer la propuesta del coreógrafo puertorriqueño Papote Varet, que cuando la vio presentar un certamen de belleza se quedó boquiabierto por su parecido con Jennifer López, a finales del año pasado decidió explotar esta similitud.
«Tú vas a ser mi próxima JLo, me dijo. Yo me quedé en shock, que un señor latino me dijera eso», recuerda Peña de la proposición de Varet, actual director artístico del proyecto «JLO The Tribute», cuyo estreno mundial se espera para agosto en Los Ángeles.
Parece difícil igualar la cantidad de escenarios que ha pisado Jennifer López en sus más de 20 años de trayectoria, pero Peña asegura que «le están pidiendo en todos lados», por lo que se visualiza por distintos países formando parte del «enorme» mundo de los tributos.
De Michael Jackson a Ricky Martin y de Shakira a Britney Spears, todos los grandes artistas tienen sus dobles y sus tributos, una forma de honrar a aquellas figuras que logran mover masas.
Para ello, Peña empezó a cambiar de «look» y se dejó el pelo largo, cambió la forma de maquillarse y la gente empezó a llamarla JLo «todos los días».
«Primero de todo me tuvieron que escuchar cantar para comprobar que sí podíamos sacar el doble de JLo. No soy bailarina profesional, pero me encanta bailar porque tengo las raíces latinas», reivindica la presentadora de eventos.
Está tomando clases de baile, de vocalización para lograr el tono de Jennifer López y de interpretación para interiorizar sus gestos y movimientos.
Y todo tiene resultado.
«‘Oh my God!’ (¡Ay Dios mío!) ¡Es Jennifer López!», oyó Peña desde el primer momento en el que llegó al Hotel Mandalay Bay de Las Vegas, sede de la gala de entrega de los Premios Billboard el pasado abril.
El entusiasmo de los presentes llevó a Peña a tener que contar con tres guardaespaldas, e incluso uno de ellos la confundió con la cantante de El Bronx.
En la gala de entrega de estos premios, a los que también acudió Jennifer López, un buen número de asistentes confundió a la californiana con la estrella de origen puertorriqueño cuando esta se levantó para ir al baño.
«El estadio entero empezó a gritar. Me aplaudían y tomaban fotos. No podía hacer nada, solo agachar la cabeza», explica. «Por más que diga que no soy JLo, la gente no me suelta, sea en Miami, Los Ángeles o México».
Con todo, el parecido con la cantante le ha supuesto también la parte negativa de la fama, y confiesa haber sentido miedo por algunos fanáticos y mensajes «un poco fuertes» que recibe.
Además, no resulta barato llegar a ser la doble de Jennifer López, dice Peña, que no abandonará, por el momento, sus negocios personales, como su salón de belleza, ya que son su fuente de inversión para esta aventura.
Aun así, le encanta la experiencia porque es un «gran reto», y asegura que nunca ha firmado un autógrafo como si fuera Jennifer López, a la que no ha podido conocer todavía en persona.
Tiene una invitación para hacerlo pronto, ya que un productor de su música le enseñó las imágenes a la cantante verdadera, que respondió con agrado al saber que Peña realizaría su primer tributo.
Todo el proceso de transformación quedará inmortalizado en un documental que mostrará sus esfuerzos para representar a la diva neoyorquina lo más fielmente posible, y llevar su porte por todo el mundo. EFE
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