El nuevo motín de los llamados «presos políticos» en Venezuela cumplió hoy dos días en medio de la ausencia de pronunciamientos del Gobierno del presidente Nicolás Maduro y con la preocupación de la Iglesia, que pide su liberación.
La diputada opositora Delsa Solórzano difundió un vídeo en el que se observa una veintena de personas y se escucha la voz del preso Manuel Chacín asegurar que los amotinados tienen «total control» de los calabozos de la sede del Servicio de Inteligencia de Venezuela (Sebin) en Caracas, conocida como El Helicoide.
«Tenemos una sola petición clara e irrevocable: queremos que se traslade, que se presente la Comisión de la Verdad», dice Chacín en referencia a un órgano de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que revisa los casos de los detenidos, en el marco del «plan de reconciliación» con la oposición que mantiene el Gobierno de Maduro.
Chacín fue detenido en octubre del año pasado y señalado por el Gobierno de presuntamente estar implicado en una explosión que causó heridas a siete policías durante las protestas violentas de 2017, que se saldaron con más de 120 fallecidos y cientos de heridos.
Los presos aseguraron además que en los calabozos del Sebin hay detenidos que tienen boleta de excarcelación y personas a las que urge atención médica.
En tal sentido, Chacín exigió que los detenidos en los calabozos del Sebin con boletas de excarcelación «sean liberados inmediatamente», que los extranjeros sean trasladados a sus países de origen y que los presos que necesitan atención médica sean llevados a hospitales.
El motín estalló el lunes en un intento de los presos por denunciar los presuntos malos tratos que sufren en su reclusión y demandar la mediación de la Fiscalía.
Es la segunda revuelta por el mismo motivo que se produce en El Helicoide en lo que va de año, luego del que se registró entre el 16 y el 18 de mayo pasado, y tras el cual varios detenidos fueron liberados.
Algunos familiares de los internos y diputados opositores permanecen en las afueras de El Helicoide para buscar información sobre el estado de salud de los presos que permanecen amotinados.
Desde allí, la opositora Lilian Tintori, que acompaña a los familiares de los detenidos, reiteró su petición de «libertad plena» para «todos los presos políticos».
«Nadie quiere confrontación, nadie quiere violencia, no creemos en eso, creemos en la libertad, creemos en que los presos políticos deben salir todos libres», dijo, al tiempo que también solicitó la presencia de especialistas de la Cruz Roja para que examinen a los detenidos.
El diputado opositor Renzo Prieto, quien estuvo recluido en estos mismos calabozos y fue liberado recientemente luego de que se revisara su caso, indicó, desde la sede del Parlamento, que el grupo de presos mantiene «tomada» la mitad del penal.
En tanto que la Iglesia venezolana dijo estar preocupada por la situación de los «presos políticos», una de las cosas «más graves que han pasado en este Gobierno».
«En este momento en Venezuela se está atropellando esa esencia del ser humano que es la libertad (…), estamos preocupados por esta situación», dijo el arzobispo Roberto Luckert, representante de la Conferencia Episcopal de Venezuela en declaraciones a los periodistas en las cercanías del Sebin.
El religioso criticó además que no se respeten los documentos de excarcelación que abogados y detenidos aseguran existen sobre algunos de los considerados «presos políticos».
Aseguró que el hecho de que no se respete esto significa que en Venezuela no hay democracia.
Estos sucesos ocurren en medio del silencio del Gobierno venezolano, cuyos voceros y responsables del tema carcelario y de seguridad no se han pronunciado acerca de la revuelta.
Por su parte el abogado Alfredo Romero, director de la organización que lidera la defensa de los «presos políticos», indicó a través de Twitter que dentro del Servicio de Inteligencia hay 10 personas recluidas por disentir con el Gobierno que llevan 55 días «incomunicados (Sin visitas de familiares ni abogados)».
Sin embargo, diputados de la oposición venezolana aseguran que son 18 los «presos políticos» en la sede del Sebin. EFE