Un «diálogo» igualitario mundial de artistas para reabrir el MAMBA argentino

BUENOS AIRES (ARGENTINA), 12/07/2018.- La artista plástica argentina Marta Minujin visita la exposición "Historia de dos mundos" hoy, jueves 12 de julio de 2018, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Argentina). El museo reabrió sus puertas esta tarde, con su edificio ampliado y renovado, y una muestra de arte experimental latinoamericano. EFE/David Fernández

Buenos Aires,  (EFE).- El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) reabrió hoy después de una ampliación que se estrena con la macroexposición «Historia de dos mundos», cuyo cocurador Javier Villa define como un «diálogo» en igualdad de condiciones entre vanguardias latinoamericanas y de otras partes del mundo.

«Tratamos de hacer un diálogo donde ya no hay corrientes de arte europeas y el resto, sino donde las cosas dialogan de igual a igual y de par en par», destacó Villa a Efe en el acto de inauguración de la muestra, que a su vez fue la reapertura del renovado centro de arte situado en el barrio porteño de San Telmo.

Tanto Villa como el alemán Klaus Görner y la directora del MAMBA, Victoria Noorthoorn, los tres comisarios de la exhibición, explotan al máximo los flamantes 4.000 metros cuadrados que ahora ofrece el centro, casi el doble de lo que disponía hasta hace unos meses.

A través de cuatro pisos y nueve salas de exposiciones, las más de 500 obras de 100 artistas diferentes narran una nueva visión de la historia del siglo pasado que acaba con la idea de que el artelatinoamericano complementa a los demás.

«Generalmente, los europeos han visto (el arte latinoamericano) como cosas exóticas o movimientos pop de segunda línea», dijo Villa, artista que apuntó que en la primera parada de la muestra, en Fráncfort (Alemania), comprobó cómo en el norte desconocían la conversación obligada que en Suramérica tenían con ellos.

Aunque sea después de muchos años, las obras de unos y otros, así como las de autores norteamericanos del siglo XX, se colocan frente a frente en Buenos Aires después del paso inicial por el Museum für Moderne Kunst de Fráncfort (MMK), con el que el MAMBA colaboró para confeccionar esta cita.

Yves Klein, Flávio de Carvalho, Andy Warhol y Alberto Greco son algunos de los artistas de ese diálogo casi interminable que abarca varias disciplinas y atrapará a los visitantes durante varias horas entre los pasillos del Moderno.

Precisamente el trabajo de un argentino como Greco es una de las estaciones obligadas de la exposición, según Villa: una novela gráfica realizada en 1965, un par de meses antes de que el autor se suicidara y que le sirvió de «descargo emocional y conceptual», con collages en los que relató su historia de desamor homosexual entre recetas de cocina, películas de Hollywood e imágenes eróticas.

«Y ahora esa obra fue adquirida por el MoMA (Museo de Arte de Moderno de Nueva York), así que no sabemos si la vamos a ver de nuevo», puntualizó.

En el resto de salas, vanguardias como el arte concreto latinoamericano de la década de 1940 se encuentran con piezas artísticas europeas que, en esos mismos años, contaban historias bélicas de la Segunda Guerra Mundial.

Y, en un cambio de tornas, aparece después el arte político latinoamericano durante las dictaduras militares de varios países de ese lado del globo, en un tiempo en el que el resto del mundo recuperó el color.

Pero, atención, en la exposición hay hueco para «desarmar» la idea de que el «arte conceptual latinoamericano es completamente político», ya que muchos creadores trabajaron «desde la plasticidad, desde un lugar formal».

Además de las nuevas capas de pintura en las paredes, el MAMBA ganó con su remodelación un nuevo espacio para actividades educativas, una nueva escalera escultórica y una tienda-cafetería situada a la entrada del espacio.

«Ahora que realmente se puede acabar el edificio, tener una muestra como esta para nosotros es un orgullo para trabajadores del arte«, subrayó Villa, al tiempo que consideró que Buenos Aires debería haber contado con un espacio así «antes» pero que, si no lo hubo, fue porque no hubo «capacidad política».

A la reinauguración asistieron personalidades de la cultura argentina como la artista conceptual Marta Minujín, quien dijo a Efe que «el país necesitaba este museo maravilloso».

Por el mundo de la política asistieron funcionarios como el ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto, quien destacó a Efe que Buenos Aires está desde este jueves «a la altura de una oferta cultural» para la que tenían los contenidos, «pero no siempre los lugares para mostrarlos». EFE

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