Las autoridades chinas han implementado sistemas de reconocimiento facial en la frontera entre Hong Kong y la colindante ciudad de Shenzhen (en Cantón, al sur) para detectar a los comerciantes que compran bienes libres de impuestos en la excolonia británica y después los venden en China continental.
Además de controlar esta práctica, denominada «comercio paralelo», el nuevo sistema agilizará el proceso de control de pasajeros que viajan entre Hong Kong y Shenzhen, según explicó la Administración General de Aduanas del país en su cuenta de Weibo -el Twitter chino- en declaraciones recogidas hoy por el diario hongkonés South China Morning Post.
«Los pasajeros que transitan entre Shenzhen y Hong Kong pueden ahora pasar por la puerta después de que sus documentos de viaje sean verificados, ya que el nuevo sistema de reconocimiento facial capturará sus caras de forma automática», explicó el organismo.
Este mecanismo identificará a los pasajeros, y cuando cruce alguno que sea sospechoso de hacer «comercio paralelo» se enviará un mensaje de alerta a los funcionarios de Aduanas.
Según un trabajador de la aduana de Shenzhen citado por el Post, el sistema ya ha sido instalado pero todavía está en periodo de pruebas.
Cada día un total de 640.000 personas cruzan la frontera entre Hong Kong y Shenzhen y dedican una media de diez segundos por persona a pasar los controles de seguridad y presentar su documentación, un tiempo que todavía será inferior con el nuevo sistema.
El abogado hongkonés mostró su preocupación a ese diario sobre el uso que las autoridades darán a las imágenes captadas por el nuevo mecanismo.
«Ya tienen tu foto. Es como si vas a otro país, digamos, Japón, y recogen tu foto actualizada (…) En ciertos países tú confías en cómo utilizan la información de una manera más civilizada que cumple con los estándares de protección de datos internacionales. Pero en este caso, honestamente, no sé cómo la usarán», advirtió. EFE