La agencia de calificación Moody’s redujo a un 1,8 % la previsión de crecimiento de Brasil para 2018, en medio de un escenario adverso para las economías emergentes, las tensiones comerciales externas y las incertidumbres en torno a las elecciones de octubre, según indicó en un informe divulgado hoy.
Moody’s rebajó de manera notable la expansión del producto interno bruto (PIB) brasileño frente al 2,5 % que proyectó con anterioridad, de acuerdo con el reporte «Panorama Macro Global 2018-2019».
También redujo su previsión para 2019 al disminuir el crecimiento del gigante suramericano del 2,7 % al 2 %.
La agencia justificó el empeoramiento de sus perspectivas con base a una combinación de factores, entre los que destacan el aumento de los precios del petróleo, las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, las dudas sobre la recuperación económica del país y la incertidumbre electoral.
Asimismo, citó el impacto negativo de la huelga de los camioneros que paralizó Brasil durante los once últimos días de mayo y que provocó serios problemas de desabastecimiento.
Según cálculos del Gobierno brasileño, el paro de los transportistas generó un daño económico valorado en 15.900 millones de reales (hoy unos 3.855 millones de dólares).
Moody’s destacó además que las elecciones previstas para el próximo 7 de octubre son una «fuente adicional de riesgo».
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, lidera todas las encuestas publicadas hasta la fecha con un 39 % de los apoyos, casi el doble que su principal adversario, el ultraderechista Jair Bolsonaro, al que le atribuyen un 19 % de los votos.
Sin embargo, la candidatura del exmandatario está virtualmente anulada por normas que impiden que condenados en segunda instancia, como es su caso, se presenten a cualquier cargo electivo.
La decisión sobre la situación de Lula la tomará el Tribunal Superior Electoral, que tiene de plazo para pronunciarse hasta el 17 de septiembre, cuando faltarán 20 días para los comicios.
Moody’s también resaltó la tendencia al alza de los tipos de interés de referencia en EE.UU, lo que convierte al mercado estadounidense en una plaza más atractiva para los inversores internacionales frente a otras plazas, como la brasileña.
De acuerdo con el informe, la fuerte depreciación de las divisas de las economías emergentes supondrá un considerable deterioro en los intercambios comerciales de esos países, algo que también influyó a la hora de reducir las previsiones.
El dólar superó esta semana la cota de los cuatro reales brasileños y hoy cerró en los 4,124 reales en su séptima depreciación consecutiva, alcanzando su mayor nivel en casi tres años.
En lo que va de año, la divisa brasileña se ha desvalorizado un 24,35 % frente al dólar.
Aun así, la previsión de Moody’s es más optimista que la del Banco Central de Brasil y la del Gobierno, que hoy prevén un crecimiento del 1,6 %, cuando a principios de año pronosticaban una expansión del 3 %. EFE