Guayaquil (Ecuador)(EFE).- La capital ecuatoriana, Quito, ese «jardín de inspiraciones, poemas y sentidas melodías», como reza una de sus más populares canciones, se llevó este sábado trece premios en la XXV edición de los World Travel Awards (WTA), considerados los «Oscar de Turismo», en su edición para Sudamérica.
Entre los más destacados galardones, Quito ganó como Destino Líder de Suramérica, como destino Líder de Reuniones y Conferencias, así como Ciudad Cultural Líder de la región.
Al recibir el mayor galardón, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, aseguró que su ciudad es el mejor destino «no solamente por los increíbles tesoros arquitectónicos, culturales, artísticos» del centro histórico, sino «sobre todo por el calor, el corazón con el que los quiteños» reciben a los visitantes.
«Tenemos trece premios en este año, estamos muy felices», dijo a Efe Verónica Sevilla, gerente general de la empresa Quito Turismo, al término de la ceremonia de entrega de los galardones desarrollada en la ciudad costera de Guayaquil, en la que Ecuador se llevó 25 galardones.
Ser «Destino líder» de Sudamérica es como ganar la estatuilla «a la mejor película», dijo en una comparación con el también llamado «premio de la Academia».
Ninguna ciudad sudamericana ha podido arrebatar a Quito desde hace seis años el premio a Destino Líder de Suramérica, un galardón que pone la cereza en el pastel de un aniversario especial que la urbe festejó este año.
El pasado 8 de septiembre, Quito cumplió 40 años como Patrimonio Cultural de la Humanidad, una distinción que reconoce los atributos del centro colonial mejor conservado en Sudamérica.
Entre las cualidades arquitectónicas y culturales de la vieja urbe figuran los cerca de 5.000 bienes inmuebles inventariados en el Quito colonial, treinta iglesias y conventos, museos, monumentos, plazas e incluso entidades estatales, como el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, que puede ser visitado por el público.
Enclavada en el corazón de Quito se alza la imponente iglesia de la Compañía, una joya del barroco que tardó 160 años en construirse, y también la Basílica, de estilo gótico, en construcción desde hace más de un siglo.
Desde el Panecillo, una elevación natural de 3.000 metros sobre el nivel del mar, una escultura gigante de aluminio de la «Virgen de Quito» -que ocupa el lugar 58 entre las imágenes más altas del mundo-, custodia a Quito y sus habitantes, así como los visitantes, cuyo flujo se ha incrementado en los últimos años.
Según el Ayuntamiento, las llegadas de turistas internacionales entre enero y agosto pasado ascendieron a 463.181, lo que representa un 6,3 % más que en el mismo periodo de 2017.
Pero este año, el centro histórico rompió el récord de visitantes, la mayoría locales, durante la III edición de la «Fiesta de la Luz» con la llegada de 3,7 millones de personas en cinco días para contemplar un espectáculo de luces, colores y sonidos con los que se adornaron varias iglesias y otros sitios de la ciudad.
Quito, una ciudad polifacética, estuvo nominada en veinte categorías de las 38 con las que participó Ecuador, el país más premiado este año en los «Oscar» del turismo.
Además de los tres galardones principales como ciudad, la capital de los ecuatorianos y eje político del país, se hizo de premios para su aeropuerto, para varios hoteles y una operadora de turismo.
«Esto significa un reconocimiento y un compromiso», dijo Sevilla, para quien el hecho de ser galardonada como «líder», significa que la ciudad «marca el paso».
Por eso, opina que los premios «no son para acomodarse» sino que invita a nuevos planes estratégicos para el desarrollo turístico de la ciudad.
«Hemos sido bendecidos con tener este patrimonio cultural, el vivo y el natural, que se juntan y eso genera un destino único, auténtico que es lo que hoy por hoy busca el viajero», señaló antes de subrayar que cada vez más el turista «no viaja para ver cosas, viaja para experimentar cosas». EFE (I)
sm/dgp