Consorcios liderados por BP Energy, Shell-Chevron, ExxonMovil y Petrobras se adjudicaron hoy los derechos para explotar cuatro áreas en aguas muy profundas en el codiciado presal, el horizonte de explotación que puede convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
El área que más despertaba interés, Saturno, con una extensión de 1.100 kilómetros cuadrados en la cuenca marina de Santos, se la adjudicó un consorcio integrado en partes iguales por la británica Shell (50 %) y la estadounidense Chevron (50 %).
Este consorcio se impuso en la subasta organizada este viernes por la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) al comprometerse a entregarle al Estado brasileño el 70,20 % de toda su producción en Saturno, un índice muy superior al 17,54 % de participación exigido como mínimo.
El grupo integrado por Shell-Crevron superó la oferta presentada por los derechos sobre Saturno por el consorcio integrado por la estadounidense ExxonMovil (64 %) y la qatarí QPI (36 %), cuya propuesta era entregarle al Estado el 42,49 % de participación en su producción.
El consorcio liderado por ExxonMovil y completado por QPI, sin embargo, fue el vencedor de la subasta siguiente, por los derechos sobre el área de Tita, con una oferta en la que se comprometió a entregarle al Estado una participación del 23,49 % de su producción, por encima del 9,53 % exigido como mínimo.
Este grupo venció en la disputa por los derechos sobre Tita al consorcio integrado en partes iguales por Shell (50 %) y la colombiana Ecopetrol (50 %), que le ofreció al Estado una participación del 11,65 % sobre su producción.
Los derechos sobre el área Pau Brasil, también en la cuenca marina de Santos, los obtuvo el consorcio liderado por la inglesa BP Energy (50 %) e integrado por Ecopetrol (20 %) y la corporación china CNOOC (30 %).
Este grupo fue el vencedor tras comprometerse a entregarle al Estado el 63,79 % de toda su producción, un índice muy superior al 24,82 % de participación exigido como mínimo.
El grupo liderado por BP venció en la subasta a un consorcio integrado por la francesa Total (40 %), la brasileña Petrobras (40 %) y la corporación china CNODC (20 %), que le ofreció al Estado una participación del 62,40 % de su producción.
Y los derechos sobre el último bloque subastado, Sudoeste de Tartaruga Verde, en la cuenca marina de Campos, se los adjudicó la Petrobras, que fue la única empresa en presentar una oferta.
La petrolera brasileña le ofreció al Estado una participación del 10,01 % de su producción en Sudeste de Tartaruga Verde, exactamente el mínimo exigido por la ANP.
Petrobras había ejercido su derecho de preferencia por este bloque, por lo que, en caso de que no hubiera vencido la subasta, tendría que ser aceptado como socio por cualquier consorcio vencedor con una participación del 30 %.
Los cuatro yacimientos subastados este viernes están en el codiciado presal, un horizonte de explotación en aguas muy profundas del océano Atlántico por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor.
Por contar con enormes yacimientos ya probados en el presal, Brasil no ofrece licencias para explotar estas reservas en el régimen de concesión, en el que la petrolera paga por el derecho y se apropia de toda la producción, sino en el de régimen de sociedad, en el que, además de pagar por el derecho, el vencedor de la subasta tiene que compartir el crudo que extraiga con el Estado.
El vencedor de las subastas por derechos en el presal, por lo mismo, es la empresa que se compromete a darle la mayor participación de su producción al Estado.
Para la subasta de este viernes estaban inscritas doce de las mayores petroleras del mundo, incluyendo las multinacionales estadounidenses Chevron y ExxonMobil, las británicas BP y Shell, y la francesa Total. EFE