La Iglesia instruye a los curas chilenos contra “masajes, palmadas en los glúteos y besos en la boca” a menores

José Andrés Murillo (i) y James Hamilton (d), víctimas de abusos del sacerdote Fernando Karadima cuando eran menores de edad, ofrecen declaraciones hoy, jueves 27 de septiembre de 2018, en Santiago (Chile). Víctimas del influyente sacerdote Fernando Karadima se refieren hoy a la situación general de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica chilena. EFE/Alberto Valdés

Santiago de Chile, 1 oct (EFE).- La Conferencia Episcopal de Chile (CECh) aclaró hoy un documento del Arzobispado de Santiago donde se indicaba a los sacerdotes cómo actuar con los niños: no tocar sus glúteos, sus genitales, besarlos en la boca, etc, firmado por el cuestionado cardenal Ricardo Ezzati, y que ya fue retirado de circulación.

El portavoz de la CECh, diácono Jaime Coiro, aclaró que el único documento oficial de la Iglesia católica en Chile sobre el tratamiento de los graves delitos de abuso sexual contra menores de edad y la prevención de los mismos, es el texto Líneas Guías «Cuidado y Esperanza», del año 2015.

Precisó que ese es el texto que fue promulgado como Decreto en todas las diócesis del país, y al que ha adherido la Conferencia de Superiores y Superioras Mayores de Congregaciones Religiosas en Chile (Conferre).

El documento, firmado por el cardenal Ricardo Ezzati, quien este miércoles debe presentarse ante la Fiscalía de O’Higgins imputado presuntamente por encubrir abusos sexuales, cataloga como «conductas inapropiadas» el «dar palmadas en los glúteos, tocar el área de los genitales», «acostarse o dormir con los niños» y «besar a los niños en la boca».

Coiro añadió que la Conferencia Episcopal tiene, además, un segundo texto, con carácter de Documento de Trabajo ad experimentum para el período 2018-2021, titulado «Buenas prácticas para ambientes sanos y seguros», que es un registro sistematizado de acciones reconocidas como útiles en el abordaje de la prevención de abusos sexuales.

Coiro explicó, además, que los obispos, en su asamblea plenaria extraordinaria del 30 de julio al 3 de agosto de 2018 se comprometieron a «elaborar e implementar un protocolo de buen trato que buscará fomentar relaciones basadas en el respeto por la dignidad de la persona, en ambientes parroquiales, comunitarios y educativos».

Dijo que está especialmente dirigido a quienes ejercen cargos de autoridad, responsabilidades directivas y a quienes atienden a personas.

También se comprometieron a elaborar «un código de comportamiento para los ministros ordenados. Ambos instrumentos se darán a conocer en abril de 2019» y su proceso de elaboración se encuentra en curso, conducido por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, y con la colaboración de otros servicios nacionales del Episcopado.

Según un catastro publicado por la Fiscalía Nacional de Chile a finales de agosto, actualmente hay 119 investigaciones en curso contra 167 personas relacionadas con la Iglesia imputadas y 178 víctimas cuantificadas, 79 de las cuales era menores de edad cuando ocurrieron los hechos. EFE (I).

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