Un rechazo frontal al terrorismo expresaron hoy decenas de miles de colombianos en todo el país con multitudinarias manifestaciones en las que además expresaron su apoyo a la Policía Nacional, blanco del atentado del pasado jueves por parte del ELN que dejó 20 muertos y 68 heridos.
En ciudades y pueblos gente de todas las condiciones sociales y edades acudió a la emotiva cita para decirle «basta» a los violentos y «abrazar» como nunca antes a los policías.
«Yo también soy policía» se leía en muchas de las pancartas y camisetas blancas de los asistentes, en un gesto de solidaridad con la institución y los familiares de los 20 jóvenes que fallecieron en el atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía, entre ellos la ecuatoriana Erika Chico Vallejo.
Las escenas de ciudadanos abrazando a los uniformados responsables de la seguridad durante el recorrido y llorando junto a ellos por los cadetes caídos fue el común denominador del día.
En el recorrido hasta la Plaza de Bolívar de cada ciudad colombiana fue evidente que el número de mujeres era mayor que el de hombres.
Algunas de ellas, portando flores blancas y adornando su cabello con cintas con el tricolor nacional aseguraron que la principal motivación que tuvieron para marchar fue el ser madres.
«Eran unos niños. Yo tengo hijos y hoy quiero acompañar el dolor de las madres de los 20 jóvenes cadetes de la Policía que murieron en el atentado terrorista de esta semana», dijo Gloria Patricia Arévalo, una arquitecta que no dudó en salir a las calles bogotanas para hacer parte de la movilización.
A las mujeres se unieron policías jubilados y heridos en combate, algunos de ellos en silla de ruedas o con prótesis por haber perdido las piernas en la explosión de minas antipersonales.
La movilización fue una iniciativa ciudadana que surgió en redes sociales luego de que la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) hiciera estallar una camioneta bomba en la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, y a ella se sumaron el presidente Iván Duque y líderes de todo el espectro político.
«Venimos a pedir por sus familias, a rendir homenaje a la Colombia que no quiere más violencia, a una Colombia que se quiere construir edificada en la paz con legalidad», dijo Duque junto a su esposa, María Juliana Ruiz, los miembros de su gabinete ministerial y otros altos funcionarios del Gobierno.
El mandatario agregó: «tenemos dolor y el corazón arrugado, pero también tenemos el deseo de honrar a nuestros héroes, y honrar su memoria significa rechazar la violencia, rechazar el terrorismo y unirnos como país».
La marcha tuvo el valor adicional de unir a políticos de derecha, centro e izquierda con la única excepción del excandidato presidencial Gustavo Petro que la criticó en redes sociales.
De hecho, a pesar de sus diferencias ideológicas, los expresidentes Juan Manuel Santos (2010-2018), Álvaro Uribe (2002-2010) y Andrés Pastrana (1998-2002) acudieron al llamado ciudadano.
«Estoy muy complacido de ver que el país entero, sin importar su origen político, está unido en torno a la buena causa de decir no a la violencia, no al terrorismo», sostuvo Santos, en cuyo Gobierno se firmó la paz con las FARC, ahora convertida en partido político.
A su turno, Uribe, que participó en la marcha que se llevó a cabo en Montería, en el norte del país, aseguró que el momento actual es «difícil» como consecuencia de la «impunidad» que tuvieron las FARC y que el ELN espera repetir.
También se vio en las calles de Bogotá a políticos de centro e izquierda, como el excandidato presidencial Sergio Fajardo, los senadores Jorge Robledo y Antanas Mockus, y los exsenadores de los verdes Claudia López y Antonio Navarro, entre otros.
«La voz de millones de personas es la que tiene que oír el ELN. Está equivocado el que ejerce la violencia, por ahí no es el camino, yo lo aprendí en la vida, duramente…», dijo Navarro, quien fue guerrillero del movimiento 19 de abril (M-19), ya desmovilizado.
Otros personajes públicos, como el ciclista Nairo Quintana y la bicampeona olímpica de BMX Mariana Pajón, participaron en la manifestación.
En Tunja, capital del departamento de Boyacá (centro), Quintana comentó: «la indignación es general en Colombia por el ataque terrorista. Lo que pasó es algo vergonzoso y bastante triste».
En Bogotá, luego de finalizar la caminata en la Plaza de Bolívar, marco de los tres poderes del Estado, se llevó a cabo una eucaristía en la Catedral Primada oficiada por el cardenal Rubén Salazar. EFE