Padrino de la dictadura

Alberto Molina

Alberto Molina
Guayaquil, Ecuador

Entre las acepciones de la palabra padrino, pongo a consideración dos: “Que protege o favorece a otro en el mundo laboral o profesional, y que realiza las funciones de bienhechor”. “Persona que ofrece apoyo y protección”. Pero este artículo  no trata de la relación padrino-ahijado, sino del general Vladimir Padrino, ministro de Defensa del gobierno más nefasto y corrupto de la historia de Venezuela. Un militar que mancha su uniforme con el deshonor al proclamar su incondicionalidad al sátrapa que gobierna y masacra a su pueblo que juró defenderlo, constituye una vergüenza.

La Constitución de Venezuela en su Art.  328, dice: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, (…). En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna…”.

Sin ruborizarse y con absoluto cinismo, Padrino acaba de proclamar: “Ratificamos irrestricto apego a la constitución y las leyes, rechazamos acciones ilegales…”

El mandato constitucional es clarísimo pero la realidad es totalmente diferente, basta recordar las palabras del entonces  Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Bolivariana de Venezuela -luego Ministro de Defensa- General Henry Rangel, en 2010: “que los militares venezolanos están casados con el proyecto político de Chávez”.

El último acto oficial que hizo Chávez antes de partir a Cuba y morir, fue posesionar al almirante Diego Molero como Ministro de Defensa; la respuesta de Molero fue un acto de incondicionalidad, impropia de un militar de honor: «¡Cuente con la lealtad plena de su Fuerza Armada Nacional Bolivariana!!Rodilla en tierra frente a usted mi comandante! ¡Independencia y Patria Socialista!, ¡Viviremos y venceremos».

Y para vergüenza de quienes vestimos con honor el uniforme militar, ese mismo almirante Molero, en el acto de juramento le dijo a Chávez: «La Fuerza Armada es leal e incondicional (sic) con la revolución, con su pueblo, con lo que usted lidera»; además, «Le reiteramos que somos fieles a su persona, a la revolución y al pueblo. Cuente usted durante su ausencia que los soldados del Ejército, Armada, Aviación, Guardia Nacional y la Milicia Bolivariana garantizaremos con nuestra vida la patria socialista.

Ese mismo discurso de Molero lo vienen repitiendo Padrino y los esbirros del Alto Mando,  proclamando su incondicionalidad con Nicolás Maduro, hambreador del pueblo venezolano y usurpador del poder. Los militares venezolanos, han sido corrompidos, especialmente de las altas jerarquías, a la cabeza el “capitán” Diosdado cabello, gozan de privilegios y canonjías sin límite y han amasado inmensas fortunas, son corresponsables de la tragedia que vive el otrora rico pueblo venezolano. Más temprano que tarde deberán ser juzgados por la historia y ante los tribunales de justicia por Alta Traición a la Patria.

El pueblo ecuatoriano se solidariza con el querido pueblo venezolano y recordamos que un mismo tricolor nos cobija y que compartimos los mismos padres de la patria: el Libertador Bolívar y el Mariscal Sucre y proclamamos nuestro apoyo a Juan Guaidó, presidente legítimo de Venezuela.

Es aleccionador lo que el estadista argentino Leandro Alem, dijo: “El ejército está constituido para defender las leyes y las instituciones, no para servir de pedestal a las tiranías” y para recordarles a Padrino, Cabello y todos los  militares incondicionales de Maduro, lo que dijo Bolívar: «Maldito el soldado que apunta su arma contra su pueblo».

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