Sonnenholzner participa por primera vez en simulacro nacional

Otto Sonnenholzner

El vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, participó este jueves en un simulacro nacional de terremoto y tsunami para que la ciudadanía conozca las medidas de prevención ante estos fenómenos naturales.

Organizado por el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE), el vicepresidente intervino en el simulacro que tuvo por objetivo preparar a los habitantes para responder adecuadamente a las emergencias y desastres con especial foco en la población costera que resultó afectada por el terremoto de 2016.

Sonnenholzner destacó que es fundamental afianzar la coordinación entre instituciones, porque estos eventos «son probables en Ecuador«, felicitó a las entidades que participaron y resaltó que «hay cosas en las que se debe mejorar».

En el ejercicio participó también la directora general del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), Alexandra Ocles, y otras autoridades de Gobierno que forman parte de las mesas técnicas de trabajo.

Según Ocles, «por primera vez se realiza un simulacro y simulación con la activación del COE Nacional presidido por el vicepresidente y la participación de gobernadores, ministros y viceministros de Estado».

Este simulacro, que fue organizado por el SNGRE y el Servicio Integrado de Seguridad Ecu 911, logró evaluar la coordinación interinstitucional y el nivel de respuesta de la ciudadanía.

Se desarrolló en la Sala de Crisis del Ecu 911 en Quito, con un escenario base de un sismo de magnitud 8,8 y un posterior tsunami, con epicentro en las costas de Esmeraldas, evento de nivel 5 caracterizado como catástrofe.

Las provincias participantes en el mismo fueron Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, Guayas, El Oro y Galápagos, y tomaron parte instituciones educativas, entidades públicas y privadas y la ciudadanía en general, que se movilizaron por las rutas de evacuación a las respectivas zonas seguras.

En abril de 2016 un terremoto de 7,8 grados en la escala abierta de Richter sacudió la provincia costera de Manabí, y provocó más de 600 víctimas mortales y cuantiosos daños materiales. EFE

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