El presidente colombiano, Iván Duque, aseguró este jueves en la caribeña ciudad de Barranquilla que en materia de relaciones internacionales nadie le tiene que dictar al país lo que debe hacer porque su política exterior no es servil.
«No tenemos una política exterior servil. Tenemos una política exterior digna y respetable», dijo el mandatario, en lo que muchos consideran es una nueva respuesta a las críticas que ayer le hizo su homólogo estadounidense, Donald Trump, por el incremento en el tráfico de drogas.
Al inaugurar el nuevo campus de la Universidad Sergio Arboleda, Duque sostuvo que «la lucha contra las drogas es el deber moral» del Gobierno, por lo que reiteró que «quiere derrotar al narcotráfico».
En un acto de recaudación de fondos para su campaña electoral en San Antonio (Texas), Trump manifestó ayer que «desafortunadamente el negocio de las drogas ha crecido un 50 % desde que está ahí» Duque como mandatario.
Trump ya había criticado al presidente colombiano a finales de marzo, cuando señaló que «están llegando más drogas» a Estados Unidos que antes de que Duque asumiera la Presidencia.
En su declaración de este miércoles, Trump también afirmó que Honduras, Guatemala, Colombia y El Salvador envían a propósito a sus criminales a EE.UU.
En respuesta, Duque, quien es egresado de la Escuela Mayor de Derecho de la sede en Bogotá de la Universidad Sergio Arboleda, manifestó que en la lucha contra el narcotráfico su Gobierno le rinde cuentas «al pueblo» de su país.
«Le rendimos cuentas es al pueblo colombiano para enfrentar este fenómeno y, por supuesto, trabajamos de la mano con los países que quieran hacer este ejercicio de trabajo compartido», comentó el jefe de Estado.
Duque agregó que «los países que tienen altos niveles de consumo deben enfrentar ese fenómeno» mientras Colombia «hace lo propio enfrentando a los carteles».
El intercambio de palabras entre Duque y Trump tiene lugar a pocos días de que visite Colombia el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
El alto funcionario estadounidense estará el próximo domingo en la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, para ver la situación de los miles de ciudadanos de ese país que huyen a diario.
Para explicar la magnitud del problema de las drogas la Presidencia colombiana indicó ayer en un comunicado que el actual Gobierno recibió el país el pasado 7 de agosto con «200.000 hectáreas de cultivos ilícitos».
Desde 2013 el área sembrada de coca ha ido en constante crecimiento, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), hasta el punto de que la Casa Blanca dijo que en 2017 alcanzó un récord de 209.000 hectáreas cultivadas. EFE