Además del apoyo de Estados Unidos, la oposición venezolana, que desde hace años intenta derrocar al gobierno chavista de Venezuela, puede ganar como refuerzo el apoyo financiero y bélico de una controvertida empresa privada norteamericana: la Blackwater USA.
De acuerdo con la agencia Reuters, Erick Prince, el fundador de Blackwater, empresa de seguridad privada que actúa en guerras al lado de EE.UU., estaría recabando recursos junto a mercenarios de diferentes países y empresas para formar un «ejército privado» que actuaría bajo la dirección liderazgo del líder opositor Juan Guaidó, que recientemente asumió como presidente interino de Venezuela y denuncia a Nicolás Maduro como un «usurpador».
Maduro ostenta la Presidencia de Venezuela después que el Consejo Nacional Electoral, totalmente controlado por el chavismo, lo proclamó vencedor de unas elecciones consideradas como fraudulentas por la comunidad internacional.
Según las conclusiones de la agencia de noticias, fuentes cercanas a Prince informaron que el empresario viene buscando, además del apoyo financiero, apoyo político de influyentes partidarios de Donald Trump y de exiliados venezolanos. El plan sería recaudar 40 millones de dólares para financiar a 5.000 soldados privados para derribar a Maduro.
La idea es que el ejército privado esté compuesto por soldados «peruanos, ecuatorianos, colombianos, hablantes de español», según una de las fuentes escuchadas por Reuters. La evaluación de Prince sería que un ejército de este tipo sería más aceptado por la población que el propio ejército norteamericano, que no descarta una intervención bélica.
Blackwater ya dio soporte a Estados Unidos con soldados privados en numerosos conflictos armados, empezando por la guerra en Irak en 2007.
Prince vendió Blackwater en 2010, pero abrió recientemente una empresa llamada Blackwater USA, que vende munición, silenciadores y cuchillos.
El portavoz de Juan Guaidó, Edward Rodríguez, negó que el líder opositor tenga cualquier articulación con Prince. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Garret Marquis, no quiso comentar el asunto.
- Con informes de Mises Report y Reuters