El exatleta ecuatoriano Jefferson Pérez, campeón olímpico y tres veces mundial de 20 km marcha, definió la reciente victoria de su compatriota Richard Carapaz en el Giro de Italia como «uno de los logros más importantes en la historia del deporte ecuatoriano» y abogó por aplicar políticas públicas para que éxitos como este no sean simplemente «resultados espontáneos».
«En Ecuador no tenemos acontecimientos permanentes y esto es una felicidad inmensa, que uno de nuestros deportistas haya podido obtener uno de los logros más importantes en la historia del deporte ecuatoriano», comentó Jefferson a EFE en conversación telefónica desde Ecuador.
El marchador se siente «extremadamente feliz» por el triunfo del ciclista del equipo Movistar, «agradecido de tener la oportunidad de disfrutarlo ahora desde el otro lado», como aficionado al deporte.
Apenas conoce a Carapaz. «Nos hemos visto un par de veces. No vivimos ni en la misma ciudad -él es del norte, de Tulcán, yo vivo en Cuenca- ni coincidimos en otros sitios, sólo las pocas veces que he tenido la fortuna de intercambiar saludos con él. La imagen que tengo de él es muy grata».
«Para nosotros es una fortuna gigantesca que Richard esté ahí, representándonos. Ahora lo importante es aplicar políticas permanentes para no seguir teniendo únicamente resultados de manera espontánea», apuntó.
Jefferson enumeró algunos éxitos ecuatorianos: «Hace unas semanas teníamos a un candidato al premio Nobel de medicina, tenemos a jóvenes que fueron a concursos de la NASA y ahora está trabajando en sus equipos de investigación. Ecuador está en un espacio geográficamente privilegiado. Aquí tienes 4.000 metros de altura, tienes nivel del mar, lluvia, sol… No tienes las estaciones marcadas como en Europa. Si se establece una política pública permanente vamos a tener resultados en el deporte, el arte, las ciencias, porque tenemos capacidad suficiente», subrayó.
El exatleta reiteró su compromiso con el fomento del deporte mediante políticas públicas: «Además de los homenajes que Richard está recibiendo, que merecidos se los tiene, el mejor homenaje que se puede hacer es la política pública, a través de la ley, para que no quede todo en agua espontánea».
«El legislativo y el ejecutivo», explicó, «tienen ahora la responsabilidad histórica de establecer leyes a nivel nacional que nos permitan tener una Ley del Deporte apropiada para el siglo XXI».
A su juicio, los gobiernos locales, los alcaldes y los prefectos, «tienen la oportunidad gigantesca de establecer ordenanzas para que se masifique el deporte junto con la cultura y la educación, que no se pueden separar. Poner el espacio público a disposición de actividades deportivas y culturales, y no solo en el área urbana, sino también en las zonas rurales, que carecen de oportunidades. Es una cuestión de justicia territorial».
«Hoy en día», señaló, «ya existen organizaciones que entienden esta problemática. Soy miembro de una corporación privada sin fines de lucro, Glodec (Glorias del Deporte Ecuatoriano), en la que estamos unos 250 exdeportistas profesionales, investigadores, médicos, economistas, politólogos, gente académicamente muy preparada y que tiene la experiencia del deporte».
La semana pasada de reunieron con representantes del legislativo para proponer cambios en la Ley del Deporte, «pensando en que no hay que tratar el deporte como algo puntual, sino como una responsabilidad social y corporativa para mejorar la salud de los ciudadanos, bajar los índices de violencia y aumentar la calidad de vida y la seguridad a través del deporte».
«Sería bueno aprovechar la experiencia de los deportistas cuando abandonan el deporte y se han convertido en profesionales, que al terminar los estudios universitarios tengas la oportunidad de ser considerado para el sector público en los diferentes gobiernos, locales o nacionales. Si tenemos un ingeniero que hizo un doctorado en cualquier país del mundo y fue campeón panamericano en cualquier deporte, lo mínimo que se le debería dar es la oportunidad de trabajar en el sector público», reiteró. EFE