Humanidad

Ruth Del Salto

Bogotá, Colombia

A long long time ago…. Hace dos siglos atrás se dio el colonialismo como doctrina desarrollo. África fue un territorio que pudo proporcionar materias primas para Europa, aportando de forma vital a la denominada revolución industrial. África es un tesoro. África ha tenido mala suerte.

Las potencias europeas durante décadas se dedicaron a explotar y explotar las riquezas y minerales de los países bajo su dominio sin dejar nada bueno a cambio a los dueños de estos recursos, solo pobreza y desolación.

Pasó el tiempo y ciertos europeos, no todos, desde Matteo Salvini, el vicepresidente y ministro del Interior de Italia, a otros de extrema derecha, de política radical contra la migración ven ahora a los negros de piel como una plaga, no quieren que entren a su territorio porque no hay planes para recibirlos.

La semana pasada conversé con la jefa de misión de Open Arms, ese barco español que rescató a 83 seres humanos que entraron en angustia porque Salvini no quería que entren por Italia. Anabel dijo que la gente estaba desesperada en un espacio reducido y con la incertidumbre de no saber qué les pasaría.

Los migrantes de ciertos países de Africa y Oriente Medio, hacen una travesía de un año o menos y pagan cerca de 5 mil euros a los traficantes de personas u otros, y se enfrentan a todo tipo de riesgo en zonas fronterizas y en el agua.

El objetivo lo tiene entre ceja y ceja; salvar su pellejo de las guerras, mafias y violencia en sus países gobernados por dictadores. La única esperanza es cruzar el Mediterráneo e intentar pisar territorio europeo. Y es ahí, donde
se les impide el paso a toda costa.

En la frontera entre España y Marruecos, en Melilla por ejemplo, hay una enorme valla de con cuchillas que provocan profundos cortes en las manos y piernas a los que intenta saltar. Sin embargo, los africanos se la juegan, es saltar o morir en el intento, es nadar o ahogarse, todo antes de regresar a sus países.

La esperanza de estos jóvenes es su fuerza de trabajo. No todos son terroristas, claro que no. No vienen enfermos, claro que no; la mayoría de ellos son universitarios, profesionales, que hablan tres o cuatro idiomas a la perfección pero tampoco van a quitarles las plazas de trabajo. Se dedican al comercio u otros oficios que muchos no quieren hacer. Analizando bien, me da la impresión que hay ciertos países europeos que aún necesita esclavos modernos pero esta vez que tengan diplomas.

Los de la Unión Europea debe buscar mecanismos alternativos y efectivos para recibir a los migrantes, ¿o qué Señor Macron y compañía? ¿Los africanos son europeos sólo para el fútbol? En el equipo campeón del mundo, 14 de los 23 son de origen africano.

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