Tim Roth habla sobre «The Song of Names»

El actor británico Tim Roth, habitual de las películas de Quentin Tarantino, ha dicho hoy que ha abordado todo tipo de papeles, pero que si el público le identifica por su roles de villano o tipo duro es porque «son más fáciles, más entretenidos».

«No me importa. Yo intento mezclar las cosas, interpretar distintos papeles porque si no me aburriría y la gente también», ha destacado en San Sebastián el señor Naranja de «Reservoir Dogs» o el Archibald Cunningham de «Rob Roy», por la que fue nominado al Oscar.

Al certamen donostiarra ha acudido para presentar «The Song of Names», del canadiense François Girard, en la que da vida a Martin, un hombre de vida tranquila y nada trepidante que no tiene que ver con esos personajes amenazantes del universo Tarantino.

El filme, con el que se clausura esta noche el Zinemaldia, es un drama con el trasfondo del Holocausto sobre la búsqueda de un amigo, casi un hermano, desaparecido en 1951, el mismo día en el que iba a ofrecer su primer concierto como joven promesa del violín.

Martin es quien intentará encontrar a Dovidl, un niño judío de origen polaco al que su padre acogió en su casa antes de la Segunda Guerra Mundial (1940-45) como estudiante de violín, y como refugiado tras la contienda.

Pero en «The Song of Names» hay tres Martin y tres Dovidl, interpretados por seis actores diferentes para los tres periodos en que se divide el largometraje, el último en 1986, en el que Dovidl está encarnado por el británico Clive Owen.

Para el director, que ha participado asimismo en la presentación junto al productor canadiense Robert Lantos, conseguir que los personajes «fluyeran» del niño al joven y después al adulto fue uno de los mayores «desafíos» del rodaje.

Ha destacado, además, el trabajo hecho por Tim Roth, pues su personaje, «poco colorido, casi dormido, se reactiva con los viajes, con la búsqueda» de Dovidl. «Podía haber sido empalagoso o aburrido, pero Tim le dio el empuje que necesitaba», ha afirmado.

Tanto el director como el actor han defendido la necesidad de seguir contando desde el cine historias sobre el Holocausto.

«El Holocausto es historia reciente, y corremos el peligro de repetirlo. Por eso, realizar una película como ésta es moderno. Es una historia que hay que contar, que es presente en mundos distintos al nuestro. Ha habido genocidio en África mucho después del Holocausto y la única oportunidad que tenemos es aprender del pasado», ha manifestado el actor.

Se ha referido a la situación de la frontera entre México y Estados Unidos, ha dicho que hay una película sobre niños que viven este drama que está considerando interpretar. Son acontecimientos actuales que tienen «reminiscencias» con el pasado, con el «rechazo» y el «quitarles la libertad a las personas» que a él también le interesan, ha añadido.

Girard, por su parte, ha opinado que la sociedad actual «tiene amnesia» y el cine «sigue siendo un excelente vehículo para mirar al pasado y al futuro».

«Nos estamos enfrentando a un futuro incierto y nos hemos olvidado de muchas historias excelentes de pasado y ésta es una. El 50 por cien de las personas de menos de 30 años no saben lo que significa la palabra Holocausto. Como colectivo, directores, guionistas y artistas, tenemos la posibilidad de mirar hacia atrás y asegurarnos de que los acontecimientos del pasado se hagan visibles en el presente», ha subrayado.

«The Song of Names», una coproducción entre Canadá, Reino Unido y Hungría basada en la novela homónima de Noman Lebrecht, está protagonizada también por la actriz británica Catherine McCormack y la polaca Magdalena Cielecka, y su estreno en las salas españolas está previsto para el próximo enero. EFE (I)

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