Fitch rebaja calificación de Arabia Saudí a «A» por las «tensiones militares»

Foto de archivo del príncipe Mohamed Ibn Salman mientras mantiene una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, en el ámbito de la cumbre del G20 en Hangzhou (China) el 4 de septiembre de 2016. El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, ordenó hoy, 21 de junio de 2017, la destitución de su primer heredero al trono, su sobrino Mohamed bin Nayef, y el nombramiento, en su lugar, del hasta la fecha segundo, Mohamed Ibn Salman, hijo del monarca. EFE/Yuri Kochetkov

La agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings rebajó hoy un escalón la nota de Arabia Saudí, de «A+» a «A» con una perspectiva «estable», por las «tensiones militares y políticas» en la región del golfo Pérsico después del ataque de hace dos semanas a la petrolera Aramco.

«Hemos revisado nuestra evaluación de vulnerabilidad de la infraestructura económica de Arabia Saudí a las amenazas militares regionales como resultado del ataque», indicó Fitch en un comunicado, al referirse a la operación con drones y misiles del pasado 14 de septiembre contra dos refinerías de la empresa estatal Aramco, que redujo durante unos días la producción de crudo del reino en un 50 %. 

«Aunque la producción de petróleo se restableció por completo a finales de septiembre, creemos que existe el riesgo de nuevos ataques contra Arabia Saudí, lo que podría provocar daños económicos», agregó en la nota.

«A pesar de un rápido restablecimiento de la producción de petróleo a los niveles previos al ataque, Arabia Saudí continuará produciendo de manera insuficiente en relación con sus compromisos de 10,3 millones de barriles diarios con la OPEP (la Organización de Países Exportadores de Petróleo)», según la agencia.

Arabia Saudí es «vulnerable a las crecientes tensiones geopolíticas dada su posición prominente en política exterior, incluida su estrecha alineación con la política estadounidense sobre Irán y su continua participación en la guerra del Yemen», explicó Fitch, que destaca el «riesgo de que Washington y Riad se vean involucrados «en un conflicto más profundo» con Teherán.

Washington ha acusado a Irán de estar detrás del ataque contra Aramco, que fue reivindicado por los rebeldes hutíes del Yemen, mientras que Arabia Saudí aseguró que los drones y misiles empleados eran iraníes, pero no apuntó directamente a Teherán. 

Irán ha negado cualquier vinculación con el ataque contra las dos instalaciones petrolíferas, una de ellas la más grande del reino. 

Por otra parte, Fitch señala el «continuo deterioro de la balanza fiscal y externa de Arabia Saudí», en concreto el déficit fiscal, debido a la disminución de los ingresos del petróleo en los últimos años.

La agencia estima que el país tendrá un déficit fiscal del 6,7 % del producto interior bruto en 2019, respecto al 5,8 % en 2018, «lo que refleja un debilitamiento subyacente de la política fiscal en 2018-2019», y señala que las autoridades buscan compensar los menores ingresos del petróleo reduciendo el gasto. 

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, advirtió en declaraciones este domingo al canal estadounidense CBS de que los precios del petróleo podrían aumentar a «cifras inimaginablemente altas» si el mundo no actúa para detener a Irán».

El precio del crudo se disparó en los mercados mundiales después del ataque contra Aramco, que afectaron al 5 % de la producción de petróleo a nivel global. EFE

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