Foro explora cómo la tecnología cambiará a la región

El presidente de Colombia, Iván Duque, en el ‘XX Foro Iberoamérica: Conocimiento y Sociedad del Futuro’.

La ciencia y la tecnología se pueden convertir en pilares del crecimiento económico de América Latina y a la vez evitar las «situaciones convulsas» que viven algunos países de la región, coincidieron este viernes expertos reunidos en Bogotá.

En el vigésimo Foro Iberoamérica, que tiene como lema «Conocimiento y sociedad del futuro», intelectuales, académicos, científicos y empresarios debaten desde hoy propuestas para fortalecer el desarrollo y la cooperación regional.

El organizador de esta cita en Bogotá, el inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo, descubridor de la primera vacuna contra la malaria, apostó por que en esta edición todo «fuese alrededor de partes científicas fundamentales».

«Lo que debe ser complementario es la ciencia, la tecnología y el desarrollo con el componente económico, eso es fundamental. Si no hay innovación, si no hay ciencia, todo se estanca y de esa manera tenemos situaciones convulsas como las que actualmente observamos en América Latina», explicó Patarroyo a Efe.

Al respecto, el presidente colombiano, Iván Duque, recordó que el Foro Económico Mundial advirtió en un reciente informe que más de 15 profesiones dejarán de existir en los próximos diez años y que la inteligencia artificial, la internet de las cosas, la robótica y la computación en la nube desplazarán mano de obra sino tenemos la capacidad de vincularnos a ellas.

Según Duque, para evitar que se amplíe la brecha social «es urgente hablar de los equilibrios» de manera «que no sea ni la demagogia ni mucho menos el populismo el que lleve a esas soluciones que terminan siendo venenos, que son el pan para hoy hambre para mañana».

Entre los invitados a la cita, que culminará el domingo, figuran los nobel Johannes Georg Bednorz (Física, 1987), Mario Molina (Química, 1995), Harald Zur Hausen (Medicina, 2008) y Carlos Nobre (Paz, 2007).

Al foro también fue invitado el bangladesí Muhammad Yunus, que ganó el Nobel de Paz de 2006 por desarrollar el Banco Grameen y los conceptos de microcrédito y microfinanzas, pero no pudo asistir.

AMENAZAS A LA DEMOCRACIA

En la inauguración intervino también el expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti, quien planteó que una de las principales amenazas a las que se enfrenta América Latina es la de los fundamentalismos, que considera que ya existen en Bolivia, con el presidente Evo Morales, y en Venezuela, con Nicolás Maduro.

«El fundamentalismo democrático también se instala entre nosotros y se piensa que en nombre de una mayoría circunstancial se pueden avasallar las minorías, los derechos, los individuos y trabajar para su permanencia eterna», dijo Sanguinetti, quien gobernó Uruguay en dos periodos (1985-1990 y 1995-2000).

En el caso de Venezuela, señaló que el chavismo llegó al poder por «una legitimidad original del voto pero luego a través de ese fanatismo se creyó» que «todo abuso estaba legitimado por eso».

Sobre Bolivia, el expresidente uruguayo criticó al Gobierno de Morales por las denuncias de la oposición y de movimientos cívicos de fraude en el recuento de votos de las elecciones del pasado 20 de octubre a favor del presidente, a quien el órgano electoral dio por ganador en primera vuelta.

En ese sentido, dijo que lo ocurrido ha llevado a que «el fantasma del fraude flote sobre este sufrido e histórico país».

MANIFESTACIONES CIUDADANAS

Las protestas de las últimas semanas en Bolivia, Chile y Ecuador también fueron objeto de debate durante la primera jornada del foro, en la que Sanguinetti advirtió que la región vivió una época de la bonanza de las materias primas pero hoy es todo diferente y la situación es una muestra de «desasosiego».

En el caso específico de Chile, que desde el pasado 18 de octubre vive un estallido social sin precedentes con masivas manifestaciones en las calles que hasta la fecha se han cobrado la vida de al menos 20 personas, afirmó que todo ocurre porque allí había «pasiones adormecidas».

«En reuniones como estas, todo estos años, Chile siempre ha sido la ‘vedette’, tiene los mejores números de crecimiento, de desarrollo, de educación. Sin embargo, más allá de los números allí estaban pasiones adormecidas, a veces prejuicios, a veces resentimientos y luego en cierto momento una chispa genera el fuego», manifestó.

El presidente Duque achacó los estallidos sociales a «los contrastes del mundo de hoy» y puso como ejemplo de ello que «compañías pueden llegar a tener el valor de lo que representa el valor del Producto Interno Bruto (PIB) de más de 50 países en desarrollo».

«Los contrastes, en una democracia que se hace cada vez directa y con menos intermediarios, le permiten al ciudadano expresarse pero al mismo tiempo ser capturado por imágenes y por mensajes que exacerban los sentimientos sociales», aseveró.

Es por eso que invitó a los asistentes a hacer una reflexión sobre el patrimonio que tiene América Latina por su biodiversidad para que haya un «crecimiento con equidad». EFE (I)

jga/joc/lnm

Más relacionadas