Sanguinetti: «No hay una revolución en Chile. Son solo dolores de crecimiento»

Fotografía del 1 de noviembre de 2019 del expresidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, durante la inauguración del Foro Iberoamérica 2019, este viernes en Bogotá (Colombia). Sanguinetti aseguró que las protestas sociales de Chile no derivarán en una revolución, al tiempo que achaca lo ocurrido en ese país a lo que llama "los dolores del crecimiento" de una clase media que viene de un pasado de "gran desigualdad". EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

El expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti aseguró en Bogotá que las protestas sociales de Chile no derivarán en una revolución, al tiempo que achaca lo ocurrido en ese país a lo que llama «los dolores del crecimiento» de una clase media que viene de un pasado de «gran desigualdad».

«No estamos en camino de una revolución, estamos en camino de reclamos y de los dolores de crecimiento. En Chile se ha generado una clase media pero arrastra un pasado de gran desigualdad y eso a veces aflora en la impaciencia de la gente que quiere mejorar aún más», dijo el exmandatario, de 83 años, en una entrevista a Efe.

Desde el pasado 18 de octubre Chile vive un estallido social sin precedentes con masivas manifestaciones, así como focos de violencia y disturbios que la semana pasada fueron reprimidos por el Ejército y las fuerzas del orden y que hasta la fecha se han cobrado la vida de al menos 20 personas.

Personas se manifiestan este jueves en la decimotercera jornada de protestas en contra del Gobierno y en demanda de mejoras sociales de corte transversal a lo largo de todo el país, en la céntrica Plaza Italia de Santiago (Chile). EFE/Alberto Valdes

PIÑERA Y BACHELET

Sanguinetti, presidente de Uruguay en dos periodos (1985-1990 y 1995-2000), señaló que al mandatario chileno, Sebastián Piñera, se le encendió inesperadamente «una chispa» por la subida del precio del metro de Santiago, que después fue anulada, y se produjo «toda una revuelta, en la cual luego que está en la calle aparece el violento, el fundamentalista, el pequeño grupo organizado».

Recordó que durante sus dos mandatos la expresidenta socialista chilena Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) -actual alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos-, también tuvo que afrontar «las enormes revueltas estudiantiles producto de un sistema que era muy injusto en la educación».

«La demanda de educación en Chile ha sido muy fuerte en estos últimos años, muy fuerte, y ha ido mejorando, no lo suficiente y ahí está el desafío de la democracia, de poder enfrentar estas cosas dentro de la ley, dentro del marco del Estado de Derecho», aseveró.

SIN ATAJOS PARA EL BIENESTAR

Sanguinetti advirtió que se debe hacer sentir a los manifestantes que «no hay atajos, que no hay el lugarcito por el cual uno entra y decreta la felicidad» para cumplir con las peticiones de educación, pues todo eso es un proceso.

«Es un proceso de construcción (…) que requiere inversión. En el medio de la revuelta no hay inversión, en un país inestable nadie invierte, es fundamental generar inversión», dijo.

En ese sentido, explicó que para conseguirlo debe haber legalidad y un «Estado de derecho activo», pues es a partir de ahí que entran las autoridades «para distribuir del modo mejor» los recursos.

Manifestantes queman objetos durante una protesta contra el incremento del precio en los billetes del metro, este sábado en Santiago (Chile). Durante la semana, las protestas por el incremento del precio del billete del metro de Santiago de Chile fueron en aumento hasta derivar en disturbios e incidentes violentos. EFE/ Elvis González

CRECIMIENTO REGIONAL

El expresidente uruguayo valoró que América Latina ha tenido un crecimiento «incuestionable» en los últimos 20 años, en los que se ha mejorado la «calidad democrática» a excepción de los casos del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y del Gobierno de Evo Morales en Bolivia.

«La democracia ha crecido, la economía ha crecido, la pobreza ha bajado, se ha expandido la clase media», aseveró Sanguinetti, que además de político es abogado, historiador y periodista.

EL FUTURO DE URUGUAY

Sobre el proceso electoral en su país, Sanguinetti cree que la oposición volverá al poder después de 15 años de gobiernos de la coalición de izquierdas Frente Amplio (FA).

En las elecciones presidenciales del pasado 27 de octubre, el candidato opositor Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN-centroderecha), sumó el 28,59 % de los votos, mientras que Daniel Martínez, del FA, que gobierna Uruguay desde 2005, obtuvo el 39,17 %, por lo que avanzaron a un balotaje.

Además, los también opositores Ernesto Talvi, del Partido Colorado (PC), y Guido Manini Ríos, del Cabildo Abierto (CA-derecha), sumaron un 12,32 % y un 10,88 %, respectivamente, tras lo que apoyarán la fórmula del PN para la segunda vuelta.

Al respecto, Sanguinetti fue contundente: «Claramente la oposición ha sido mayoría, el partido de Gobierno no llegó a sus guarismos anteriores, de modo que todo indica que vamos camino a una alternancia«.

«Se está construyendo una coalición opositora que presenta el doctor Lacalle Pou como candidato, que fue el que quedó para la segunda vuelta frente al candidato oficialista. Personalmente creo que va a haber alternancia y que él va a ser el próximo presidente», aseveró el también exsecretario general del Partido Colorado.

Daniel Martínez y Luis Lacalle, candidatos a la presidencia de Uruguay.

REFLEXIÓN Vs. DESINFORMACIÓN

El exmandatario uruguayo es ahora el presidente del Foro Iberoamérica, que celebra en Bogotá su vigésima edición bajo el lema «Conocimiento y sociedad del futuro» y cuenta con la participación de los nobel Johannes Georg Bednorz (Física, 1987), Mario Molina (Química, 1995), Harald Zur Hausen (Medicina, 2008) y Carlos Nobre (Paz, 2007).

En su opinión, este espacio es clave porque allí hay «reflexión, pensamiento y divulgación de ideas» en un mundo que «corre muy rápido» y en el que la información se va rezagando por culpa de las redes.

«Las redes no son periodismo, son una acumulación de noticias, de verdades, de mentiras, de emociones y de rencores. Entonces tratamos de ser un foco de pensamiento, de reflexión y de tratar de llegar a la gente para ir interpretando los desafíos de un tiempo histórico que es distinto», apostilló. EFE

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