El líder cívico opositor boliviano Luis Fernando Camacho demandó este domingo la renuncia no solo del presidente del país, Evo Morales, sino también de los parlamentarios y máximas autoridades judiciales para dar paso a un Gobierno transitorio conformado por «notables» que llamen a nuevas elecciones.
Camacho se pronunció así después de que Morales anunciara que habrá nuevos comicios y que cambiará a los miembros del Tribunal Supremo Electoral, tras conocerse un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que insta a una nueva cita con las urnas por las dudas sobre la fiabilidad del proceso electoral.
«Evo Morales ha fracturado el orden constitucional y debe renunciar, así como también debe irse la sucesión constitucional», afirmó a los medios en La Paz el presidente del comité cívico de la región oriental de Santa Cruz.
Para esto, «en aras de la pacificación del país y la recuperación del orden constitucional de derecho», también tienen que renunciar «los senadores y diputados» y los miembros de los tribunales Supremo y Constitucional, señaló.
«Dar lugar a la conformación de una junta de Gobierno transitorio conformada por notables de toda la población con únicamente dos finalidades: conformación de otra junta de notables para integrar el Órgano Electoral Plurinacional y sea este el ente que convoque a nuevas elecciones en un plazo no mayor a sesenta días», agregó.
Camacho sostuvo que la OEA «ha demostrado que a pesar de que no teníamos confianza -en una auditoría sobra las elecciones realizada por este organismo-, el fraude fue tan obvio y la resistencia del pueblo boliviano que no hubo forma de ocultarlo«.
El líder cruceño consideró que Morales «se ha equivocado» y criticó que continúe «con su ánimo de confrontación, pues no ha llamado a la pacificación del país».
También convocó a hacer una caravana desde La Paz hacia las carreteras para recibir a mineros y otros sectores contrarios a la reelección de Morales que llegarán desde otras regiones, que se han encontrado en el camino con bloqueos y agresiones de parte de seguidores del mandatario.
En la autopista que une a La Paz con la ciudad vecina de El Alto, uno de los bastiones políticos de Morales, vecinos que respaldan al mandatario bloquean la vía para evitar la llegada de los detractores de Morales.
«Exhortamos a no bajar la guardia», dijo Camacho, y agregó que lo único que pacificará al país «es la salida de este Gobierno de Evo Morales y toda su Administración«.
«Lo de hoy ha sido una batalla ganada, pero reconstituiremos el orden constitucional y la democracia y recién cuando tengamos la posibilidad de estar seguros de que la democracia está sólida, recién nos vamos a nuestras casas», concluyó.
Los enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente desde que el día después de los comicios comenzaron las sospechas de manipulación de votos han costado al menos tres muertos y 384 heridos, según datos de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
La OEA aconsejó este domingo que el proceso electoral en Bolivia debe iniciarse otra vez efectuándose «la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas, una nueva composición del órgano electoral». EFE