La candidata a la Secretaría General de la OEA por Antigua y Barbuda, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, ha respondido, en una entrevista publicada en el diario español El País, preguntada sobre si aceptará como interlocutor a Juan Guaidó o a Nicolás Maduro, que la OEA no puede decidir «quiés es bueno o malo».
«Lo grave es pensar en la OEA como un gran fiscal para decidir quién es bueno o malo y para profundizar la polarización y los desacuerdos. Creo que eso no ha resultado bien. El papel de un secretario general tiene que ir más allá de decir ‘voy a llamar estos sí y a los otros no, o voy a reconocer a estos'»ha respondido Espinosa, quien ha sido Canciller del Ecuador en dos gobiernos seguidos, los de Rafael Correa y Lenín Moreno.
«Es momento de hacer una evaluación seria, de relanzar una agenda mucho más integral, independiente del Estado A, B o C, y de cicatrizar esas diferencias y tener un espíritu mucho más abierto a la construcción de acuerdos. Es irrelevante mi posición si hay un cuerpo gobernante como el Consejo Permanente con voz y con voto», ha agregado.
Hasta el momento, Espinosa aparece como candidata del socialismo del siglo XXI y sus principales apoyos son Venezuela, Nicaragua y los países de Petrocaribe.
Según Espinosa, «un diálogo para ser provechoso tiene que ser entre todos los actores y esas decisiones la toman todos los Estados. Lo que sí tenemos que reconocer son dos cosas: que el tema de Venezuela ha copado la agenda de la OEA, ha sido un factor que ha polarizado a los países del hemisferio y, finalmente, [el organismo] no ha logrado un resultado positivo que haya resuelto la crisis. Los Estados miembros de la OEA son quienes deben hacer ese análisis y repensar la estrategia a futuro. Es claro que el papel de la OEA no ha sido el esperado cuando creó un grupo ad hoc para tratar este tema. Cuando una organización funciona bien, toma las decisiones con la distancia con la que debe, no crea grupos especiales para tratar un tema u otro».