Investigan más hombres, víctimas del mayor violador en serie de Reino Unido

Una foto de folleto sin fecha puesta a disposición por la Policía del Gran Manchester el 06 de enero de 2020 muestra a Reynhard Sinaga en un lugar no revelado. Un juez el 06 de enero de 2020 condenó a Reynhard Sinaga a cadena perpetua por 159 delitos sexuales, incluidas 136 violaciones. (Reino Unido) EFE / EPA / MAYOR POLICÍA DE MANCHESTER /

La policía investiga el testimonio de nuevas víctimas relacionadas con Reynhard Sinaga, el «violador más prolífico en la historia legal del Reino Unido», según la Fiscalía, que ha sido condenado a un mínimo de treinta años de cárcel por 159 cargos de agresión sexual a hombres jóvenes.

Sinaga, de 36 años, recibió esa sentencia después de que 48 de sus víctimas testificaran contra él, si bien la Policía cree que quedan por identificar al menos otras 70.

Durante cerca de dos años y medio, el estudiante buscaba a hombres jóvenes en una zona de discotecas de Mánchester (norte de Inglaterra), a quienes invitaba a su piso y drogaba —probablemente con la potente droga GHB—, los violaba y filmaba la secuencia de las agresiones en su móvil. En algún caso, esa secuencia llegó a prolongarse durante ocho horas.

La orquestación del plan se vio desbaratada cuando una de las víctimas —de 18 años—, que recuperó la conciencia en medio de la violación, consiguió escapar llevándose consigo el teléfono del atacante. Las indagaciones posteriores de la policía hallaron dos centenares y medio de vídeos ilustrativos de un sinfín de brutales agresiones sexuales. Muchos de los agredidos no supieron que habían sido objeto de tales ataques sexuales hasta que los agentes les mostraron las imágenes.

La magistrada Suzenne Goddard describió a Sinaga como «un abyecto depredador sexual en serie».

El condenado es «un individuo altamente peligroso, astuto y embustero» y «nunca será seguro que quede en libertad», indicó, antes de sentenciarlo a prisión de por vida, con un cumplimiento mínimo de treinta años entre rejas.

La Policía de Manchester informó este martes de que, a raíz de la sentencia, han recibido nuevos testimonios por parte de personas que podrían haber sido víctimas de Sinaga, aunque rehusó detallar el número de llamadas registradas.

Detenido en junio de 2017, ha sido hallado ya culpable de diversos cargos de agresión sexual, si bien la justicia levantó esta semana la prohibición a los medios de comunicación para divulgar su identidad.

La noticia de su detención y posterior condena ha provocado incredulidad en Sumatra, donde su padre, Saibun Sinaga, un importante banquero, ha dicho a la BBC: “Aceptamos el veredicto [de la justicia británica] porque ese castigo se ajusta a los crímenes de mi hijo. Pero me siento incapaz de añadir nada más sobre el caso…”.

Otros miembros de la familia Sinaga y amigos de Reynhard en la Universidad de Indonesia lo han descrito a la BBC como un estudiante muy popular. Perdieron el contacto con él cuando decidió proseguir el posgrado en el Reino Unido, en 2007. Luego supieron que había comunicado a su familia que quería quedarse a vivir en Mánchester para siempre.

Ello fue posible gracias a la óptima posición financiera del padre, un hombre de negocios propietario de varias sedes de un banco privado, y que aceptó financiar los estudios internacionales de su hijo a lo largo de más de una década. Y también pagar el piso del que disfrutaba en la Princess Street, en pleno corazón de Mánchester. Una existencia idílica hasta la detención de Reynhard por la policía británica, el 2 de junio de 2017.

En aquel mismo piso, cercano a la zona conocida como Gay Village, el joven indonesio perpetró sus crímenes. Lo que luego aconteció ha sido el objeto de un sumario que, a pesar de la condena firme del violador, ha dejado todavía muchos flecos sueltos. Los de los nombres de otros jóvenes que fueron víctimas de una estudiada estratagema del perpetrador, enfocado en personas vulnerables o que, tras una noche de fiesta, estaban perdidos y sin una libra para tomar siquiera un taxi.

La madre de Sinaga estuvo presente solo en los primeros estadios del proceso de su hijo. El padre se sintió incapaz de afrontar los graves cargos contra Reynhard. Ninguno de los dos asistió a la sesión en la que el acusado se declaró no culpable e insistió en que todas las relaciones que mantuvo con tantos hombres fueron consensuadas. Los vídeos expuestos a lo largo de la causa —y filmados por el propio perpetrador— indican todo lo contrario. Al dictar sentencia, la juez Goddard quiso tener un gesto hacia esos padres más que desolados. La familia del “monstruo”, dijo, desconocía “la verdadera naturaleza” de ese hijo.

EFE

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