La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) calificó este viernes como un retroceso en México la posibilidad de castigar como delito penal la difamación «retrotrayendo al país a épocas en las que los periodistas podían ir a la cárcel por ejercer su derecho a informar, criticar u opinar».
La SIP, con sede en Miami, solicitó al gobierno y al poder legislativo en México que durante la discusión de la posible reforma en febrero ante el Senado de la República, «observen y mantengan su apego a los principios internacionales en materia de libertad de expresión».
Christopher Barnes, presidente de la SIP, y Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de esa organización instaron al Gobierno mexicano a observar la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Recordaron que el documento consigna que «la protección a la reputación debe estar garantizada solo a través de sanciones civiles».
Por décadas, la SIP junto a otras organizaciones dedicadas a la libertad de prensa han exhortado a los gobiernos a despenalizar la difamación para evitar que las penas de cárcel puedan ser utilizadas para neutralizar el ejercicio periodístico y la libertad de prensa.
En 2007, esta entidad regional había expresado su beneplácito cuando México despenalizó la difamación, «ayudando a crear una tendencia favorable a la libertad de prensa en América Latina».
En las Américas varios países han despenalizado la difamación: Argentina, Bermudas, El Salvador, Grenada, Jamaica, México, Panamá y Uruguay.
Chile y República Dominicana lo han hecho parcialmente, mientras que en Honduras y otros países de la región existen proyectos legislativos para que los delitos contra el honor también se disputen solo en tribunales civiles. EFE (I)