Entusiasmo desborda Iowa horas antes de unos «caucus» sin favorito claro

El exvicepresidente de los EEUU, Joe Biden, y el senador Bernie Sanders, ambos candidatos en las primarias demócratas, en una ilustración publicada por CNN.

 Lágrimas, abrazos y multitudes que no caben en la sala: el entusiasmo ha desbordado el cierre de campaña en Iowa, cuyos «caucus» abren este lunes las primarias demócratas en EE.UU. sin un favorito claro, pero con Bernie Sanders y Joe Biden en lo alto de las encuestas.

«No hay nada parecido a los ‘caucus’ de Iowa», explica a Efe Heather Ryan mientras espera la aparición estelar de la precandidata demócrata Elizabeth Warren, que ha organizado una fiesta con motivo de la final de la liga de fútbol americano, la «Super Bowl».

«Ella es como una ‘celebrity’ para mí. Para mí, es como Beyoncé», proclama la votante, de 47 años, ataviada con unas llamativas gafas rojas con brillantes, el pelo rojo corto con una onda hacia arriba y labios, por supuesto, de color carmín.

La precandidata favorita de Ryan llega entre aplausos, habla unos minutos y alaba a Iowa por haber formulado durante la campaña «preguntas muy duras» que han forzado a los candidatos a ofrecer respuestas específicas sobre sus planes para mejorar el sistema sanitario del país o conseguir una educación asequible.

«Iowa me ha hecho una mejor candidata y me hará una mejor presidenta», clama Warren.

A continuación, como hace en cada evento, invita a los asistentes a hacer una fila para hacerse una autofoto con ella. Uno a uno, van pasando para posar junto a ella e intercambiar unas breves palabras. En Iowa, el «cara a cara» es lo que importa, y Warren lo ha llevado a la práctica.

Bernie Sanders y Elizabeth Warren. EFE

A FLOR DE PIEL

Dan Johnson es uno de los que se pone a la fila. Es un hombre corpulento con una camiseta verde con el mensaje: «Me estoy organizando para participar».

¿Por qué ha venido? «Para ver a Elizabeth Warren», contesta a Efe. Y, a continuación, se ríe por unos segundos, se balancea hacia los lados y los ojos azules comienzan a llenarse de lágrimas por detrás de las gafas. Intenta sin éxito contener el llanto y, al final, cuenta que ha venido aquí «por George».

George está a su lado, en brazos de su hija. Es el nieto de Johnson: un bebé de año y medio, vestido con una camisa a cuadros y que juega con una pegatina azul de Warren.

«Lo siento», se disculpa, por haberse emocionado. «He hecho mucho trabajo evaluando a los candidatos y Warren lo tiene todo».

El compromiso de los votantes de Iowa, acostumbrados a que todo tipo de campañas les cortejen sin descanso, se notó también en otro mitin de Warren, cuya campaña esperaba a unas 350 personas en la localidad de Indianola pero tuvo que habilitar una segunda sala para acoger a las más de mil que se presentaron.

El exalcalde Pete Buttigieg, que ocupa el tercer lugar por delante de Warren en la media de encuestas, atrajo a unas 2.000 personas a su último acto de campaña, en un instituto de Des Moines.

Pete Buttigieg, alcalde de South Bend, en Indiana, aspirante a la candidatura demócrata en EEUU, en una foto publicada por CNN.

EL TIRÓN DE BERNIE

Pero ni Warren ni Buttigieg batieron el récord de Sanders, que este sábado atrajo a unas de 3.000 personas a un mítin con la ayuda del grupo de pop independiente Vampire Weekend.

«Bernie no hace campaña por sí mismo, hace campaña por nosotros, por el pueblo», declaró a Efe la estudiante Hannah Biles, que pasó parte del fin de semana movilizando votantes a favor de Sanders.

A sus 18 años, Biles participará este lunes en sus primeros «caucus», y lo hará emocionada por el «movimiento» de Sanders. «La gente conecta realmente con Bernie porque sentimos que, hasta ahora, nuestros políticos no nos han representado», subrayó.

El senador, de 78 años, que en 2016 estuvo cerca de arrebatarle la candidatura demócrata a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, no ha perdido fuelle en su segunda campaña presidencial y cree que en Iowa comienza la campaña por «las elecciones más significativas de la historia moderna de Estados Unidos».

«Ha llegado la ahora de la acción. La acción es mañana por la noche», recalcó Sanders ante sus simpatizantes en Cedar Rapids.

El exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden en una foto de archivo tomada el 24 de mayo de 2017 durante un acto en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts (EEUU). Biden anunció este jueves que se presentará a las elecciones primarias del Partido Demócrata para aspirar a la candidatura presidencial de 2020. EFE/ Lisa Hornak

«COMO TIRAR UNA MONEDA AL AIRE»

Sanders lidera la media de encuestas que elabora la web RealClearPolitics, pero su ventaja sobre Biden está dentro del margen de error de los sondeos, y nadie descarta que otros precandidatos puedan dar la sorpresa.

«Creo que esto va a ser como tirar una moneda al aire, y que el aspirante mejor organizado es el que va a ganar», confesó Biden en una llamada telefónica con su campaña obtenida por la cadena CNN.

En uno de sus últimos mítines, en Dubuque, el ex vicepresidente estadounidense pidió confiar en él frente a quienes piden un candidato «nuevo» o joven porque «la experiencia va acompañada de sabiduría», dijo.

«No solo tenemos que unir al Partido Demócrata, tenemos que unir al país», subrayó Biden, de 77 años.

Pero ningún candidato se juega más en Iowa que la senadora Amy Klobuchar, que ha centrado sus recursos en ese estado con la esperanza de que eso haga despegar su campaña.

«Mi consejo encarecido para ustedes es: más nos vale no fastidiarla» el lunes, rogó Klobuchar en un mitin. EFE

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