El Banco Central de Chile informó este miércoles que el producto interno bruto (PIB) creció un 1,1 % en 2019 lastrado por la ola de protestas sociales que comenzaron el pasado octubre, que ya deja una treintena de muertos y miles de heridos.
La economía chilena había acumulado un crecimiento del 2,2 % en los primeros nueve meses del año, pero en el último trimestre experimentó una contracción del 2,1 % respecto al mismo periodo de 2018.
«En el cuarto trimestre, los efectos de la crisis social se observaron principalmente en los servicios, siendo los personales -en particular, la educación- y el comercio los más afectados. Por otro lado, la construcción y los servicios financieros registraron alzas, compensando parcialmente lo anterior», señaló el emisor.
Los datos entregados por el Banco Central están lejos de la expansión del 4 % que el PIB chileno registró en 2018 y de las previsiones del 2,5 % que el Gobierno tenía antes de que en octubre estallase la mayor crisis social desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Las cifras del PIB chileno al cierre del año pasado son las peores desde la crisis económica de 2009, cuando la economía cayo un 1,5 %.
En un reciente informe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió además a la baja las previsiones de crecimiento para 2020, que pasaron del 3 % al 0,9 %.
Lo que empezó siendo un llamado de los estudiantes a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de la tarifa se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo y mejores derechos sociales, que ha desembocado en la convocatoria el 26 de abril de un plebiscito en el que los chilenos decidirán si quieren o cambiar la actual Constitución, heredada de la dictadura.
Desde la perspectiva del gasto, el PIB se vio impulsado por la demanda interna, que creció un 1 % en 2019 liderada por la formación bruta de capital fijo (FBCF), que mide la inversión y subió un 2,7 % el cuarto trimestre y un 4,2 % en el conjunto del año.
El ingreso nacional bruto disponible real (INBDR), por su parte, creció un 0,8 % en 2019 por las mayores transferencias pagadas al exterior y a una caída en los términos de intercambio, explicó el emisor. Tras exhibir variaciones positivas en los tres primeros trimestres, este cayó en el cuarto trimestre 1,3 %.
El ahorro bruto total, en cambio, ascendió a 22,8 % del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 18,9% del PIB y un ahorro externo de 3,9 % del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos. EFE (I)