El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, previó este sábado que el plan de contingencia para paliar los efectos del nuevo coronavirus aumentará la brecha en las cuentas públicas del país en un 4,8 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Guedes dijo en una reunión virtual organizada por la consultora XP Investimentos, que, sin embargo, su país será «el primero en salir» de la crisis del COVID-19 y pronosticó que «en cuatro o cinco meses» retomarán la agenda de reformas estructurales, congelada tras la irrupción de la pandemia.
En su opinión, los impactos negativos de la pandemia serán menores en Brasil porque la economía del país «ya estaba despegando».
«El mundo era un avión bajando. El coronavirus aceleró la caída. La situación aquí es un poco diferente. Brasil estaba comenzando a subir», indicó.
No obstante, la expansión del coronavirus ha hundido las expectativas de crecimiento de Brasil para 2020. El Gobierno ya ha reducido su previsión desde el 2,10 % hasta el 0,02 %, mientras que el Banco Central la recortó hasta el 0,0 %.
Un estudio realizado por el centro de estudios Fundación Getulio Vargas (FGV) es aún más pesimista y apunta que el PIB brasileño puede encogerse un 4,4 % este año.
Aun así, Guedes defendió el plan de choque económico impulsado por el Gobierno para combatir el coronavirus, el cual, entre todas las medidas anunciadas, supone una inyección de al menos «750.000 millones de reales (unos 150.000 millones de dólares)» en los próximos tres meses.
Asimismo, reconoció que ese paquete de emergencia debe aumentar el déficit público en un 4,8 % do PIB, aunque subrayó que ese incremento no supondrá un «problema» porque «la ola pasará» rápido.
Actualmente, el desfase en las cuentas públicas de Brasil, incluyendo el pago de los intereses de la deuda externa, es el equivalente a cerca de un 6 % del PIB.
Entre las medidas anunciadas por el Gobierno figura un subsidio de 600 reales por mes (120 dólares) para los trabajadores informales, que representan el 40 % de la población ocupada, equivalente a cerca de 40 millones de personas en todo el país.
«No podemos dejar esos brasileños atrás. Es importante entender que éste es un año excepcional», subrayó.
También destacó las ayudas al sector aéreo y a las pymes para completar los salarios de sus trabajadores y así evitar despidos.
Brasil reportó hasta este sábado 114 fallecidos con coronavirus, 22 más en las últimas 24 horas, con 3.904 casos confirmados, según el último balance del Ministerio de Salud, que espera un repunte de contagios durante el próximo mes.
«Aconteció un meteorito, vamos a combatir el meteorito y aún este año vamos a recuperar la reformas estructurales», comentó.
Asimismo, defendió que «todo el mundo» siga las orientaciones del Ministerio de Salud, y se «quede en casa», opinión que contrasta con la del presidente Bolsonaro, quien ha pedido a los brasileños en múltiples ocasiones que vuelvan a sus puestos de trabajo.
Guedes afirmó que «es normal» que Bolsonaro esté pensando en la «segunda ola», la de la «depresión de la economía», y quitó hierro a las polémicas opiniones del mandatario, quien ha calificado la enfermedad de «gripecita» y tachado de «crimen» las medidas restrictivas impuestas, con mayor o menor alcance, en los estados del país.
Por ello, apostó por realizar pruebas de coronavirus en masa para identificar rápido a los contagiados, aislarlos y evitar más casos a fin de paliar los efectos económicos de la pandemia.
«Brasil dará un ejemplo de nuevo», sentenció. EFE (I)