Reseteo

Juan José Pons

Guayaquil, Ecuador

La R de reseteo es lo que le faltó al gobierno al proponer sus tres R del programa anticrisis para Ecuador. Esa R, la del  RESETEO,  es la más importante que debió haber considerado el equipo del gobierno que le dio a leer al Presidente un plan  que NO resuelve nada la crisis del país -agravada por la pandemia- y que mas bien parece un pateo hacia delante para que otros en le próximo periodo presidencial, si alcanzamos a llegar, resuelvan lo que dejó la Robolución Ciudadana y no pudo resolver su sucesor designado.

¿Cómo es posible que las tres Rs inoficiosas giren alrededor de extraer más recursos de la escuálida economía formal? La empresa privada pide a gritos liquidez para defender los empleos formales que hacen un esfuerzo enorme por mantenerse produciendo en condiciones de guerra. Se castiga en vez de estimular la producción.

Cómo es posible que se ofrezca ampliar los servicios en una institución colapsada por la ineficiencia y la corrupción como lo es el IESS. Es preferible decir lo que se debe de hacer y que ha sido planteado por verdaderos expertos con experiencia y no se los toma en cuenta.

El reseteo empieza por un cambio mental para generar una sociedad productiva y competitiva que pueda generar los recursos que le permita ser solidaria, una sociedad quebrada NO tiene los recursos para ser solidaria. Esta  es la oportunidad para eliminar los subsidios al combustible; mas aún con la crisis del sector petrolero y la inmovilidad de la sociedad. Es apropiado liberar la importación para que la maneje el sector privado.

Es la oportunidad de modificar las leyes laborales que permitan defender el empleo formal y que dé oportunidades de crear más empleo formal a futuro.

Hay que revisar el presupuesto del estado y ajustarlo a los actuales niveles del precio del petróleo, en esa línea todo el gasto corriente-  a excepción de la salud y seguridad pública-  se debe reducir, por lo menos, un 20% y eso incluye todo el sector público incluidos los GADS y la empresas públicas. Hay  que reducir la carga tributaria y la tramitología que pesa sobre el sector productivo para liberar las fuerzas de la iniciativa privada de todos los tamaños y sectores.

Sobre esto y mucho mas debió haber sido el mensaje del Presidente, pero no fue así y se argumenta la dificultad política para hacer lo que se tiene que hacer. Este argumento no es válido en el estado de excepción que vive el Ecuador. La misma Constitución de Montecristi  permite tomar medidas drásticas en sus artículos  140 y 389. Se necesita un RESETEO mental para tomar esa medidas y asumir la responsabilidad histórica que demanda capitanear una nave en mares turbulentos y que esta no se hunda.

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