José Valencia: «Esta crisis supera a todas las anteriores»

Canciller ecuatoriano José Valencia

El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, José Valencia, consideró indispensables la unidad y solidaridad entre las naciones para afrontar los «años muy difíciles» que vivirá América Latina, en la «nueva normalidad» que llegará tras el coronavirus.

«Se vienen años muy difíciles, no son meses, son años… dos, tres», dijo el canciller en una entrevista con Efe al destacar el «desbarajuste» y el «caos» que ha causado el COVID-19 en la economía internacional.

Valencia sostiene que se debe trabajar con decisiones que «deberán sostenerse durante cinco, seis, siete, ocho años para, en algún momento decir: ‘Superamos finalmente esta situación'», con un costo social «lo más bajo posible».

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la pandemia del COVID-19 provocará la peor recesión en la historia de Latinoamérica, que se contraerá un 5,3 % en 2020 por el parón del comercio y el turismo, además del bajo precio de las materias primas.

Será la recesión «más grande que ha sufrido la región desde que existen registros, en 1900» y entre los países más afectados estarán Venezuela (18 %), México (6,5 %), Argentina (6,5 %), Ecuador (6,5 %), Nicaragua (5,9 %) y Brasil (5,2 %), según la Cepal.

Para el canciller, el impacto por el COVID-19 en el tejido social y en la economía de su país, es «inédito», pues no puede comparar la situación actual ni con los efectos de otras crisis económicas, ni con desastres naturales o conflictos bélicos.

«Esta crisis supera a todas las anteriores», subrayó al anotar que Ecuador -que ya arrastraba problemas económicos- está en una «situación bastante complicada, incluso en comparación a otros países».

Por ello, ahora el Estado busca opciones bilaterales, multilaterales y financieras que permitan «sobrevivir» a este momento y luego buscar la reactivación de la economía.

La Cepal sostiene que la recesión tendrá efectos devastadores en el desempleo regional -casi 11,6 millones de personas perderán sus trabajos y la tasa de paro aumentará hasta el 11,5 %- y en los ingresos de las familias.

«Las cifras que se ven en Estados Unidos (de empleos perdidos) son importantes, el impacto que se ve en Europa también es tremendo y América Latina, no va a ser la excepción», se lamentó Valencia.

Con base a cifras del Banco Mundial, recordó que en Ecuador el trabajo informal, «que equivale a personas desempleadas», está en torno al 46 %, y «se va a incrementar» por los efectos derivados del coronavirus.

Además -dijo- es probable que este año 300.000 hogares pasen a engrosar indicadores de pobreza y que se cierren empresas pequeñas y medianas.

Con algunas «intuiciones» de por dónde irá la «nueva normalidad» tras el COVID-19, Valencia vaticina que se deberán adoptar «decisiones difíciles, pero que estén orientadas a proteger a los sectores más vulnerables».

«Va a ser un período difícil» y en este caso, el «secreto» para salir adelante es encontrar «la mejor manera de adaptarse» en lo económico, social, en lo que atañe al desarrollo sostenible y en las relaciones sociales en general, señaló.

El titular de la diplomacia ecuatoriana destacó la cooperación internacional en los actuales momentos con la activación de foros como Prosur, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Organización Panamericana de la Salud y las Naciones Unidas.

Y subrayó que se requiere la solidaridad y una acción global, dejando de lado pugnas geopolíticas o diferencias de cualquier tipo, como lo había señalado el jefe de Estado, Lenín Moreno, al sumarse a una petición para impulsar una alianza global contra la pandemia junto a los líderes de Alemania, Jordania, Singapur y Etiopía.

«La mejor forma que tenemos como países, como comunidad internacional, de salir adelante es trabajando conjuntamente», apuntó al agregar que si una nación logra recuperarse internamente, tendrá poco margen para salir de la situación si está rodeada de países en crisis económicas fruto del impacto del coronavirus.

«Este es el momento del multilateralismo, de la apuesta por una verdadera cooperación internacional», apostilló. EFE (I)

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